Como seguramente ya sabes, el próximo viernes 5 de agosto arrancará en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil la XXXI Olimpiada, evento que reunirá durante 16 días a los mejores atletas de del planeta para enaltecer el espíritu humano. Y si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha cansado de decirnos que el riesgo de contraer zika durante los Juegos Olímpicos es mínimo, la verdad de las cosas es que no termino por creerme tal cuento.
Comencemos por decir que, de acuerdo con cifras de la Organización Panamericana de la Salud, entre la semana 1 y la semana 26 de este año se habían registrado en Brasil 165 mil 907 casos sospechosos de contagio de zika (la cifra más elevada de toda América Latina); mientras que en México hasta la semana 28 existían mil 115 casos confirmados de la enfermedad, es decir el 0.7 por ciento de la incidencia que este mal tiene en Brasil.
Por si lo anterior no fuera suficiente, hace apenas unos cuantos días investigadores de la Fiocruz reportaron la presencia del virus del zika en mosquitos comunes, y si bien aún no se ha comprobado que éstos sean capaces de transmitir el temido virus a los seres humanos, tampoco ha sido descartado hasta el momento.
Ciertamente la misma Organización Panamericana de la Salud reconoce que la incidencia de los contagios de zika en Brasil ha sufrido un pronunciado descenso a partir de la semana 26; sin embargo, de eso a señalar que el riesgo de contraer zika durante los Juegos Olímpicos (para turistas o competidores) es prácticamente inexistente parece sumamente aventurado.
Evidentemente cada una de las personas que viajarán a Brasil (o cualquiera de los otros países donde existe presencia del virus del zika, incluido México) corren el riesgo de contraer la enfermedad, entonces ¿por qué la OMS insiste en minimizar el riesgo de contagio durante los Juegos Olímpicos de Río?
Quizás en este momento valga la pena recordar que los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fueron vistos por 2 mil millones de personas alrededor del mundo, o que la ceremonia de inauguración de Beijing 2008 se mantiene como el evento deportivo más visto en la historia al haber reunido frente al televisor a mil millones de personas.
Ciertamente no puedo asegurar, como lo ha hecho el profesor de la Universidad de Ottawa Amir Attaran, que la OMS haya recibido dinero para minimizar el riesgo real de contagio que existe por desplazarse hacia Río de Janeiro para disfrutar de la justa olímpica; sin embargo, los hechos sí me permiten tachar de cuestionable su juicio ante la presencia de esta enfermedad, que ha encendido las alarmas sanitarias en todo el planeta.
Sea como sea los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo según lo previsto y lo único que podemos hacer es esperar que la OMS tenga razón y la justa olímpica no contribuya a la mayor propagación del virus.
Y tú, qué opinas, ¿La OMS tiene razón o los Juegos Olímpicos le harán la labor más simple al zika?