La clamidia, una de las principales enfermedades de transmisión sexual (ETS), podría tener cura gracias a que investigadores de la Universidad de McMaster, Canadá, se encuentran trabajando en el desarrollo de una vacuna que podría poner fin a esta enfermedad.
De acuerdo a los investigadores, tan sólo en Estados Unidos ocurren al año 3 millones de nuevos casos de infección por clamidia.
“La Chlamydia trachomatis es la bacteria responsable de esta ETS. Lo más relevante es que esta enfermedad no presenta síntomas, por lo tanto, la gente que no sabe que tiene la enfermedad no acude al médico para que le den un tratamiento, lo cual puede traer serias consecuencia para la salud, principalmente en las mujeres quienes pueden padecer enfermedad inflamatoria pélvica”, detalló David Bulir, autor del trabajo el cual fue publicado en la revista Vaccine.
“Hasta ahora el único modo en que la gente puede protegerse de la clamidia es usando preservativo, pero por fortuna, la vacuna que estamos desarrollando podría convertirse en una gran alternativa”, dijo Bulir.
Para la realización del trabajo, los investigadores inmunizaron a ratones hembra con un antígeno conocido como BD584 en cuya estructura habitan tres proteínas de Chlamydia trachomatis: CopB, EPOC y CT584.
“Cuando infectamos a los roedores con Chlamydia muridarum, una variante de Chlamydia trachomatis, pudimos comprobar que el antígeno redujo la secreción de Chlamydia en un 95 por ciento, el cual es un síntoma de infección. Cuando ocurre una infección, las trompas de Falopio se llenan de fluido, pero este síntoma también se redujo en un 87,5 por ciento”, explicó el experto.
“Este antígeno definitivamente puede ser lo que estábamos buscando para desarrollar una vacuna contra la clamidia y de esta forma prevenir más infecciones”, dijo David Bulir.