Para hacer frente a un problema de salud pública mundial como el cáncer se requieren todo tipo de alternativas siempre y cuando demuestren eficacia. Dentro de las iniciativas más recientes se encuentra el uso de nanopartículas de oro. A continuación te explicamos cómo funciona esta idea y la forma en que puede cambiar los tratamientos médicos.
Tan sólo en México se diagnosticaron 195,500 nuevos casos de cáncer en el 2022. Y lo más grave es que el 46% de los pacientes fallece por dicha causa. Además se prevé que para el 2040 la incidencia de la enfermedad aumentará entre 60 y 80%.
¿Cuáles son los tipos de cáncer más comunes en el mundo?
- Cáncer de mama.
- Cáncer de pulmón.
- Cáncer colorrectal.
- Cáncer de próstata.
- Cáncer de piel (no melanoma).
- Cáncer de estómago.
Nanopartículas de oro contra el cáncer, ¿cómo funciona esta nueva alternativa?
En la actualidad los tratamientos más comunes y efectivos contra el cáncer son la quimioterapia y la radioterapia. Ambos funcionan al atacar y destruir las células cancerosas; sin embargo, el mayor riesgo es que también pueden afectar a las células sanas, lo que provoca diversos efectos secundarios.
Con lo anterior en mente, investigadores del Hospital Houston Methodist desarrollaron una nueva forma para el tratamiento del cáncer que genera menos efectos nocivos. Consiste en el uso de nanopartículas de oro y podría revolucionar la lucha contra las neoplasias.
“Las nanopartículas son partículas extremadamente pequeñas, tan pequeñas que tienen un tamaño cercano al de la longitud de onda de la luz. Este tamaño diminuto es lo que hace que sean especialmente útiles e interesantes para el estudio y el tratamiento de enfermedades. El oro, en particular, es un material ideal para su uso en el cuerpo humano porque no reacciona fácilmente con otros elementos y no se oxida, lo que significa que no genera reacciones adversas en el organismo”, explica la Dra. Carly Filgueira, experta en Química y Nanomedicina del Hospital Houston Methodist.
Otra ventaja clave del oro es su capacidad para ser detectado fácilmente dentro del cuerpo. Como el oro es muy denso en electrones, se ilumina cuando se utilizan técnicas de imagen como los rayos X.
Lo anterior permite a los médicos ver exactamente dónde se encuentran las nanopartículas de oro dentro del cuerpo, lo que es crucial para el diagnóstico y tratamiento de tumores.
Cómo las nanopartículas de oro están revolucionando el tratamiento del cáncer
En el estudio realizado por la Dra. Filgueira y su equipo, se sintetizaron nanopartículas de oro que podían ser recubiertas con diferentes sustancias. Esto permitía dirigirlas a diferentes áreas de un tumor.
A través de imágenes obtenidas por tomografía computarizada, el equipo pudo observar que las nanopartículas con un recubrimiento específico se dirigían hacia el exterior del tumor, mientras que las nanopartículas sin recubrimiento se movían hacia el centro del tumor.
Este descubrimiento fue posible gracias a la innovación en el método de inyección de las nanopartículas. Una estudiante de posgrado sugirió utilizar una bomba de jeringa, un dispositivo que permite inyectar el líquido de forma automática y controlada, en lugar de hacerlo manualmente.
Este método más preciso redujo los errores y permitió al equipo observar claramente cómo las nanopartículas se distribuían en el tumor.
Ventajas y aplicaciones futuras
Una de las grandes promesas de este tratamiento es que podría aplicarse a muchos tipos de cáncer con tumores sólidos. A medida que los investigadores aprenden más sobre la complejidad de la enfermedad podrán desarrollar tratamientos que se dirijan específicamente a las áreas donde serán más efectivos.
Una vez que las nanopartículas de oro se inyectan en el tumor, pueden ser fácilmente visualizadas como puntos brillantes en las imágenes de tomografía computarizada. Estas partículas no sólo se ven claramente, sino que también permanecen en el lugar donde fueron inyectadas, lo que significa que el tratamiento no se dispersará por todo el cuerpo. Esto es especialmente importante porque reduce la posibilidad de efectos secundarios graves, que son comunes con otros tipos de tratamiento.
Aunque este enfoque aún está en las primeras etapas de investigación, la meta final es desarrollar tratamientos personalizados para cada paciente. Dado que los tumores pueden variar mucho entre una persona y otra, la posibilidad de personalizar el tratamiento es un avance significativo en la lucha contra el cáncer.