El autocuidado en salud es una de las prácticas más importantes que una persona puede hacer por sí misma. Es la mejor forma para prevenir enfermedades o simplemente evitar desarrollar cuadros más graves. Aunque lo más novedoso es que también podría ser de utilidad para reducir la desigualdad económica.
¿Qué es el autocuidado en salud?
El autocuidado se refiere a las acciones y prácticas que una persona realiza de manera consciente y voluntaria para promover su bienestar físico, mental y emocional. Implica tomar responsabilidad de las propias necesidades y priorizar el cuidado de uno mismo.
¿Cómo se aplica en la vida diaria?
- Cuidado físico: Dormir lo suficiente, comer saludablemente, hacer ejercicio regularmente, hidratarse y hacerse revisiones médicas.
- Cuidado emocional: Practicar la autocompasión, expresar emociones de manera saludable, establecer límites, buscar apoyo emocional y practicar técnicas de relajación.
- Cuidado mental: Establecer límites con el uso de la tecnología, practicar la atención plena (mindfulness), dedicarse a actividades creativas, aprender cosas nuevas y buscar ayuda profesional si es necesario.
- Cuidado social: Cultivar relaciones saludables, pasar tiempo con seres queridos, participar en actividades comunitarias y establecer límites en las interacciones sociales.
- Cuidado espiritual: Practicar la meditación o la oración, pasar tiempo en la naturaleza, reflexionar sobre el propósito de la vida y participar en actividades que aporten significado y conexión.
El autocuidado podría cambiar por completo la manera en que las poblaciones vulnerables acceden a tratamiento e información médica, mientras se reduce la presión sobre los sistemas de salud, según un estudio reciente de la Iniciativa de Investigación de Bayer para la Equidad en el Autocuidado (RISE, por sus siglas en inglés).
La investigación revisó más de 400 estudios en diferentes áreas terapéuticas realizados durante los últimos 30 años, con datos procedentes de 80 países de todo el espectro económico.
Este análisis exhaustivo examinó una amplia variedad de factores socioeconómicos que influyen en la salud. Desde el estilo de vida y la demografía hasta el entorno y las condiciones sociales, en las áreas donde el autocuidado suele ser clave, como las alergias, infecciones respiratorias, dolor, salud íntima femenina, problemas digestivos, deficiencias nutricionales y enfermedades cardiovasculares.
“El estudio nos muestra con mayor claridad un problema global que no podemos ignorar: el acceso a la salud es todavía una historia de quienes tienen y quienes no tienen. Pero no tiene por qué ser así”, dijo Julio Triana, presidente de la división Consumer Health de Bayer.
¿Cómo influye el autocuidado en la salud?
Los hallazgos médicos de este estudio buscan respaldar esa visión al impulsar conversaciones sobre cambios en políticas que faciliten un mayor acceso al autocuidado, además de orientar el desarrollo de nuevos productos diseñados para atender necesidades específicas de las poblaciones de bajos ingresos.
- Alergias: Las enfermedades alérgicas, como el asma, la rinitis alérgica y el eczema, afectan al 34% de la población mundial, pero tienen un impacto mayor en las poblaciones vulnerables debido a la exposición a altos niveles de contaminación y a condiciones de vivienda precarias. Los cambios en las políticas y una mayor promoción podrían establecer marcos legales que faciliten el acceso a recursos y herramientas para que las personas puedan mejorar su calidad de vida.
- Dolor corporal: La evidencia indica que las personas con menos educación formal y aquellas que realizan trabajos manuales tienen más probabilidades de sufrir dolor, experimentar un dolor más intenso y tener una mayor discapacidad como resultado. Los episodios de dolor agravan los impactos: por ejemplo, conducen a mayor ausencia laborales y pérdida de ingresos, lo que perpetúa aún más el ciclo de desventaja económica.
- Salud íntima femenina: Las mujeres con menor nivel de educación tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones vaginales que, si no se tratan, pueden causar cervicitis y derivar en problemas como infertilidad en mujeres no embarazadas y parto prematuro en mujeres embarazadas. Diagnosticar y tratar estas infecciones a tiempo, especialmente durante el embarazo en mujeres desatendidas, podría transformar la salud de manera que beneficie a las futuras generaciones.
- Efecto generacional: La salud y el comportamiento de los padres influyen directamente en el riesgo de mala salud en sus hijos. Por ejemplo, en India, un niño cuyo padre consume alguna sustancia adictiva (como tabaco o alcohol) tiene el doble de probabilidades de sufrir desnutrición. Los riesgos en estas áreas de salud son acumulativos, y la salud de una generación impacta directamente en la siguiente.
Opciones de autocuidado para reducir las desigualdades en salud
Desplazar la toma de decisiones hacia las personas presenta una oportunidad única para fomentar el autocuidado y mejorar la eficiencia de los sistemas de salud. Sin embargo, para maximizar el impacto y garantizar la equidad, es fundamental fortalecer al mismo tiempo los mecanismos de apoyo que mitiguen las disparidades socioeconómicas.
Las inversiones estratégicas en autocuidado pueden acelerar el progreso hacia soluciones de atención médica accesibles y sostenibles, lo que convierte al autocuidado en una área pragmática y esencial para la inversión en salud global.