El emprendedurismo está inevitablemente ligado a la capacidad para identificar oportunidades de negocio en concreto y a la habilidad de superar el miedo al fracaso, por ello existen, por ejemplo, numerosas propuestas de apps desarrolladas para cuidar la salud de las personas y softwares sobre gestión hospitalaria.
Al respecto, cabe señalar que en muchos países este temor no existe en un sentido negativo, pues es visto como oportunidad para aprender, innovar y mejorar, pero además de saltar esta barrera, en el campo de la e-Salud (también conocido como e-Health o salud digital) hay que pensar en que las ideas no tienen fronteras y los mercados carecen de límites dadas las posibilidades que aporta el mundo digital que se ha hecho global gracias a Internet.
Por ello, hay que recordar que, según el Informe Anual sobre el Desarrollo de la Sociedad de la Información en España 2006, “la e-Salud se define como la aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación en el amplio rango de aspectos que afectan el cuidado de la salud, desde el diagnóstico hasta el seguimiento de los pacientes, pasando por la gestión de las organizaciones implicadas en estas actividades”.
No obstante, los expertos en emprendedurismo en e-Salud recomiendan concentrarse en el rubro de los diagnósticos, seguimiento a pacientes y sistemas de gestión clínica, principalmente, donde el reto consiste en desarrollar e implantar soluciones (tecnologías) que mejoren la calidad de vida de las personas de forma sostenible.
Por tanto, en este sentido subrayan las principales limitantes en el campo del emprendedurismo e-Health:
- Falta de vehículos de inversión especializados.
- Desconocimiento de aquellos países a los que se puede extender un proyecto en particular.
- Ignorar las ventajas competitivas del desarrollo en cuestión.
- Mal manejo de la privacidad de datos.
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