Un trasplante de órgano es una forma de mejorar la calidad de vida de una persona pero también implica varios riesgos como padecer diversos tipos de infecciones. Por lo mismo, las intervenciones de este tipo deben ser realizadas en condiciones extremas de seguridad y por personal médico capacitado.
Para poner en perspectiva, tan sólo en Estados Unidos se realizan cerca de 40,000 trasplantes anuales. Mientras que uno de los principales problemas son las infecciones del torrente sanguíneo porque aumentan significativamente la mortalidad en los pacientes.
¿Cómo prevenir infecciones después de un trasplante?
El reciente estudio Bloodstream infections after solid organ transplantation: clinical epidemiology and antimicrobial resistance (2016–21) liderado por médicos-investigadores del Hospital Houston Methodist aporta luz sobre la frecuencia, las causas y el impacto de estas infecciones en receptores de trasplantes.
Este trabajo no solo identifica los principales factores de riesgo, sino que también destaca la importancia de continuar investigando estrategias para prevenir y tratar estas complicaciones.
¿Cuáles son las infecciones del torrente sanguíneo más frecuentes?
Los pacientes trasplantados deben tomar medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano, lo que debilita su sistema inmunológico y los hace más vulnerables a infecciones graves.
- Trasplante de hígado: Los pacientes tienen mayor probabilidad de infecciones del torrente sanguíneo debido a bacterias intestinales y biliares como Enterococcus spp.
- Trasplante de riñón: Las infecciones suelen originarse en el tracto urinario, causadas por bacterias como Escherichia coli y Klebsiella spp.
- Trasplantes múltiples (como hígado-riñón o corazón-hígado): Este grupo enfrenta el mayor riesgo debido a la complejidad de los procedimientos y la gravedad de su condición de base.
Además, la creciente prevalencia de organismos multirresistentes (OMR) en hospitales añade una capa de complejidad.
Estos microorganismos, resistentes a los antibióticos convencionales, representan un desafío crítico, especialmente para los pacientes trasplantados, quienes son particularmente susceptibles a infecciones graves.
Para entender mejor el alcance y las implicaciones de estas infecciones, un equipo del Hospital Houston Methodist realizó un estudio retrospectivo que incluyó a 2,293 pacientes adultos que recibieron trasplantes de riñón, hígado, corazón o múltiples órganos entre junio de 2016 y septiembre de 2021. Se incluyeron datos clínicos hasta enero de 2023, permitiendo analizar la incidencia de infecciones del torrente sanguíneo en el año posterior al trasplante y evaluar la mortalidad asociada.
Principales hallazgos del estudio
- Frecuencia de infecciones del torrente sanguíneo: El 8.5% de los pacientes desarrolló al menos una infección en el primer año después del trasplante. Los receptores de trasplantes múltiples y de hígado presentaron el mayor riesgo.
- Organismos responsables: Entre los 323 organismos aislados en los episodios de infecciones del torrente sanguíneo, los más comunes fueron Klebsiella spp., E. coli, Enterococcus faecium, Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus.
- Impacto de los OMR: El 45.5% de los organismos aislados fueron multirresistentes, siendo los receptores de trasplantes de hígado los más afectados.
- Mortalidad asociada: La mortalidad a 90 días tras una infección del torrente sanguíneo fue del 9.7%. Se encontró que la infección por Enterococcus faecium resistente a vancomicina era el único factor asociado de forma significativa con un aumento en la mortalidad.
“Nuestros resultados subrayan la necesidad urgente de más estudios prospectivos para identificar los factores que contribuyen a las infecciones del torrente sanguíneo recurrentes en pacientes trasplantados. Queremos determinar si estas infecciones reflejan un control insuficiente de la fuente, fallos en los tratamientos antibióticos debido a la resistencia o incluso otras causas no identificadas”, afirmó el Dr. Max W. Adelman, profesor asistente de medicina en el Hospital Houston Methodist y primer autor del estudio.
¿Qué sigue en la lucha contra estas infecciones?
El estudio realizado por el equipo del Hospital Houston Methodist no solo aporta datos críticos, sino que también plantea preguntas clave sobre cómo reducir el impacto de las infecciones del torrente sanguíneo y los OMR en los pacientes trasplantados.
- Prevención activa: Implementar protocolos hospitalarios más estrictos para prevenir infecciones, desde el manejo del paciente hasta el control ambiental.
- Optimización del uso de antibióticos: Evitar el uso excesivo o inapropiado de antibióticos para reducir la aparición de OMR.
- Monitoreo personalizado: Vigilar de cerca a los pacientes trasplantados para identificar infecciones tempranas y ajustar los tratamientos de forma precisa.