En México, el acceso a la salud está organizado a través de diferentes instituciones, cada una dirigida a distintos sectores de la población. Las principales opciones son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y, más recientemente, el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que reemplazó al Seguro Popular. A continuación, explicamos las diferencias clave entre estas instituciones.
IMSS: Para trabajadores del sector privado
El IMSS brinda atención médica, económica y social a trabajadores del sector privado y sus familias. Su financiamiento proviene de las aportaciones de los empleados, los empleadores y el gobierno.
- Pros: Ofrece cobertura integral, incluyendo consultas, hospitalización, medicamentos y pensiones.
- Contras: La saturación y los tiempos de espera prolongados son desafíos comunes en algunas unidades médicas.
2. ISSSTE: de las instituciones para trabajadores del sector público
El ISSSTE está dirigido a empleados del gobierno y sus dependientes. Al igual que el IMSS, se financia mediante contribuciones tripartitas: trabajadores, empleadores (en este caso, el gobierno) y recursos fiscales.
- Pros: Proporciona servicios similares al IMSS, como atención médica, pensiones y apoyo social.
- Contras: Comparte problemas de saturación y, en algunos casos, limitaciones en medicamentos y servicios especializados.
3. INSABI: de las instituciones para población sin seguridad social
El INSABI reemplazó al Seguro Popular en 2020, buscando garantizar servicios de salud gratuitos para personas sin IMSS o ISSSTE. A diferencia del Seguro Popular, el INSABI no requiere inscripciones ni cuotas.
- Pros: Promete acceso universal y gratuito a servicios básicos de salud, incluyendo medicamentos esenciales.
- Contras: En la práctica, enfrenta retos como la falta de infraestructura, personal médico y claridad en su funcionamiento, lo que ha generado críticas por parte de usuarios y expertos.
La principal diferencia entre estas instituciones radica en a quién están dirigidas y cómo se financian. Mientras el IMSS y el ISSSTE dependen de aportaciones tripartitas y atienden a trabajadores formales, el INSABI busca cubrir a quienes no tienen acceso a seguridad social. Aunque cada sistema tiene sus ventajas y desafíos, todos enfrentan el reto común de mejorar la calidad, el acceso y la eficiencia de sus servicios.