Durante los últimos años la medicina estética no invasiva ha tenido un rápido crecimiento. Cada vez más personas, tanto mujeres como hombres, solicitan este tipo de servicios. Hoy es una alternativa que se distingue porque ofrece resultados visibles y especialmente porque no requiere cirugías.
Al igual que ocurre con cualquier servicio relacionado con la salud, la máxima indicación es acudir con médicos profesionales. Un problema que es relativamente común es la usurpación de profesión. Hay muchas personas que se hacen pasar por doctores pero no tienen la formación ni los conocimientos.
¿Qué es la medicina estética no invasiva?
La medicina estética no invasiva se refiere a los tratamientos que tienen el objetivo de modificar el aspecto físico de una persona pero sin la necesidad de un bisturí.
Dicha característica es muy importante debido a que las cirugías solo las pueden hacer los especialistas y en específico los cirujanos. Mientras que la medicina estética puede ser realizada por doctores generales.
¿Cuáles son los tratamientos de medicina estética no invasiva más solicitados?
La lista de tratamientos actuales es bastante amplia y tan sólo en el caso de toxina botulínica se aplica anualmente a 7.8 millones de pacientes en México. De acuerdo con Merz Aesthetics hay cuatro opciones que son altamente solicitadas y son las siguientes.
Bioestimulación de colágeno con hidroxiapatita de calcio
La bioestimulación de colágeno es una opción segura, avalada por agencias regulatorias internacionales como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), gracias a sus resultados clínicamente comprobados. Este tratamiento emplea hidroxiapatita de calcio, un ingrediente que estimula la producción de colágeno en las capas profundas de la piel, ayudando a restaurar su firmeza y estructura natural.
La pérdida de colágeno, que comienza alrededor de los 25 años, se refleja en una piel menos elástica, y este tratamiento resulta efectivo para contrarrestar estos efectos de manera gradual. Además, esta opción estimula la regeneración en diferentes componentes de la matriz extracelular, ofreciendo un resultado más completo.
Toxina botulínica purificada
Entre los tratamientos de medicina estética no invasiva más solicitados se encuentra la toxina botulínica. Es reconocida por su alta efectividad sin necesidad de proteínas añadidas que puedan inducir resistencia inmunológica.
Esta toxina, utilizada para reducir líneas de expresión, permite a los pacientes disfrutar de resultados duraderos con mínima posibilidad de desarrollar tolerancia. Actualmente, alrededor de 7.8 millones de personas recurren a este tratamiento anualmente para suavizar su apariencia.
Ácido hialurónico en distintas formulaciones
Para quienes buscan hidratación y volumen facial, el ácido hialurónico se presenta en diversas versiones que permiten desde una hidratación profunda hasta un efecto de volumen más marcado.
Este tratamiento no solo mejora la apariencia de líneas finas, sino que también aporta un aspecto juvenil y saludable a la piel, satisfaciendo las diferentes necesidades de los pacientes.
Ultrasonido microfocalizado con visualización en tiempo real: Gold Standard en lifting no quirúrgico
El ultrasonido microfocalizado con visualización en tiempo real permite un lifting preciso sin cirugía, gracias a su capacidad de visualizar las capas de la piel en tiempo real. Este tratamiento, considerado el Gold Standard en lifting no quirúrgico, brinda un efecto de reafirmación personalizado en áreas específicas del rostro y cuello, logrando una apariencia rejuvenecida y natural sin intervención quirúrgica.
“Cada uno de estos tratamientos no solo busca mejorar la apariencia actual, sino también prevenir la aparición de signos de envejecimiento profundo, incrementando la confianza y satisfacción de quienes los eligen”, señala el Dr. José Cortés, quien es cirujano plástico y reconstructivo.
Innovación y respaldo científico
Es vital al momento de decidir optar por el uso de tratamientos de medicina estética no invasiva, elegir médicos especializados en dermatología o cirugía plástica y optar por tratamientos avalados por entidades como la FDA y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), porque esto garantiza que han pasado por rigurosas pruebas de seguridad y eficacia.
