En México, la discapacidad es una realidad que afecta a millones de personas, constituyendo un desafío tanto para las políticas públicas como para la sociedad en general. Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país viven aproximadamente 6.2 millones de personas con discapacidad, lo que representa cerca del 5% de la población total.
¿Qué se considera discapacidad?
La discapacidad se define como una condición que limita significativamente una o más actividades esenciales de la vida diaria. Esto puede incluir dificultades para moverse, ver, escuchar, hablar, aprender o interactuar con el entorno. Estas condiciones pueden ser temporales o permanentes, y suelen ser causadas por factores genéticos, enfermedades, accidentes o el envejecimiento.
Distribución por tipo de discapacidad
Entre los tipos más comunes de discapacidad en México se encuentran:
- Dificultades para caminar o moverse: Es la más reportada, afectando aproximadamente al 57% de las personas con discapacidad.
- Problemas para ver: Representan alrededor del 27%, incluyendo ceguera total y dificultad visual grave, incluso con lentes.
- Dificultades auditivas: Impactan a cerca del 12% de este grupo poblacional.
- Problemas intelectuales o mentales: Incluyen trastornos del aprendizaje y condiciones como el síndrome de Down, y afectan al 8%.
- Problemas para hablar o comunicarse: Se reportan en aproximadamente el 6%.
Principales retos para las personas que sufren alguna
A pesar de los avances en inclusión, las personas con discapacidad en México enfrentan desafíos significativos, como el acceso limitado a la educación, empleo, transporte accesible y servicios de salud adecuados. Además, el estigma y la discriminación continúan siendo barreras importantes.
Iniciativas para la inclusión
El gobierno mexicano ha implementado programas como el Registro Nacional de Población con Discapacidad y la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, destinados a mejorar la calidad de vida de este grupo. Sin embargo, queda mucho por hacer en términos de accesibilidad e igualdad de oportunidades.
Reconocer y atender las necesidades de las personas con discapacidad es crucial para construir una sociedad más justa e inclusiva, donde todos puedan desarrollarse plenamente.