El sector de la comunicación ocupa un lugar central en el desarrollo económico y social, influyendo en áreas clave como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la generación de empleo y, particularmente, en la promoción de la salud pública. Según datos del estudio presentado por la AVE el pasado 26 de noviembre, “El poder de la industria de la Comunicación” se dio a conocer data importante en donde se afirma que cada peso invertido en el rubro de la comunicación tiene un efecto multiplicador: $20.29 en contribución al PIB y $9.74 en consumo privado, cifras que subrayan su relevancia como motor de bienestar colectivo.
En México, durante 2019, la inversión en comunicación alcanzó $191,356 millones, lo que se tradujo en una aportación económica total de $3,762,000 millones. A nivel laboral, esta industria sostuvo 320,000 empleos directos y muchos más de manera indirecta. La importancia de estas cifras radica, además, en su impacto directo en las PyMES, el núcleo de la economía nacional.
En el ámbito de la salud, su relevancia es aún más evidente. Las campañas de concienciación, educación sanitaria y promoción de hábitos saludables han salvado vidas y, más allá de eso, han disminuido la carga financiera para los sistemas de atención médica. Este sector contribuye con un 1.5% al desarrollo de la salud pública mediante estrategias que han sido decisivas en la lucha contra enfermedades como el VIH, el sobrepeso y en el fomento de la vacunación.
Desde la perspectiva médica, la comunicación tiene la capacidad única de traducir información científica compleja en mensajes accesibles y claros para el público. Esto es esencial para promover la detección temprana de enfermedades, generar conciencia sobre medidas preventivas y fomentar cambios de hábitos. Hoy, la información circula de manera acelerada, es por eso por lo que el enfoque debe priorizar la empatía, el respeto a la diversidad e incluir herramientas digitales que permitan llegar tanto a comunidades urbanas como rurales. De esta manera, los mensajes pueden alcanzar a poblaciones vulnerables, muchas veces marginadas del acceso a servicios de salud.
Más allá de su impacto económico, este sector actúa como un agente de cambio social. Las estrategias de comunicación bien diseñadas transforman conductas, influyen en decisiones de cuidado personal y fortalecen el vínculo entre profesionales de la salud y pacientes.
Apostar por su desarrollo no es solo una cuestión de economía, sino de compromiso con una sociedad más informada, saludable y equitativa. La sinergia entre comunicación y salud tiene el potencial de transformar vidas y construir un futuro más inclusivo y sostenible.
Fuente:
El poder de la industria de la comunicación
Héctor Salinas es egresado del CECC Pedregal en la Licenciatura en Marketing y Publicidad. Cuenta con más de 10 años de experiencia en la industria pharma para el desarrollo de campañas y proyectos especiales para las principales farmacéuticas a nivel mundial. Actualmente es CEO de McCANN Health – Sistemas Integrales. AN IPG Health Company, agencia líder en el ramo farmacéutico con productos y marcas que cuentan con líderes en el mercado health.