El concepto alimentación saludable ha ganado relevancia durante los últimos años. A través de la comida no sólo se combate la obesidad sino una amplia gama de enfermedades y padecimientos. Además también existe una relación directa con otros aspectos como la salud cardiovascular.
En ese sentido, hoy se sabe que una dieta adecuada puede ayudar a retrasar o controlar los principales factores de riesgo que afectan al corazón.
Con esto en mente, la alimentación y el ejercicio aeróbico son aliados clave para reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas a futuro.
¿Cuáles son los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares?
Aunque las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel global, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) sus principales factores de riesgo son modificables.
Lo anterior incluye hábitos alimenticios poco saludables, inactividad física, consumo de tabaco y alcohol. Para contrarrestar esto, es importante hacer un cambio de hábitos y optar por un estilo de vida más saludable.
“La alimentación es uno de los factores más importantes en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Lo que comemos influye directamente en la salud de nuestras arterias, la presión arterial y los niveles de colesterol. Por ello es importante adoptar una dieta equilibrada y saludable, esto nos ayudará a mantener nuestro corazón en buen estado y prevenir complicaciones graves como la hipertensión arterial, los infartos o los accidentes cerebrovasculares”, afirmó la doctora Elsa Arrieta Maturino, Cardióloga intervencionista y miembro titular de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
4 consejos para tener una alimentación saludable
Teniendo esto en cuenta, la especialista compartió cuatro recomendaciones para tener una alimentación saludable y evitar cualquier complicación en el corazón.
- Las frutas y verduras son esenciales: Este tipo de alimentos son buenas fuentes de vitaminas y minerales, además, son bajas en calorías y ricas en fibra, lo que fomenta una mejoría en la salud en general. Según un informe de Health Survey for England, a mayor consumo de estos productos existe una reducción del riesgo de sufrir enfermedades crónicas como algún evento cardiovascular.
- Controla la ingesta de grasas no saludables (trans y saturadas): Limitar su consumo ayudará a reducir los niveles de colesterol en la sangre y con ello el riesgo de padecer un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
- Identifica las grasas buenas que puedes consumir: Productos como el aceite de oliva o canola, pescado, aguacate, frutos secos o semillas pueden ser una opción viable porque ayudan a reducir el nivel de colesterol total en sangre, sin embargo, es importante ingerirlos de manera consciente.
- Reduce el consumo de sal y azúcar: Comer alimentos con mucho sodio añadido puede llevar a que tengas presión arterial alta. Gran parte del sodio que consumes proviene de los alimentos enlatados o procesados. En su lugar procura comer alimentos frescos y caseros. Además limita el consumo de los azúcares añadidos a los alimentos o bebidas, ya sea glucosa, fructosa, dextrosa o sacarosa.
Adoptar una alimentación saludable promueve una mejor calidad de vida y ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con el corazón. Estos consejos te ayudarán a facilitar este cambio; sin embargo, es fundamental consultar a un nutriólogo, quien podrá diseñar un plan de alimentación personalizado que se ajuste a tus necesidades y fomente una salud cardiovascular óptima.