Todos los trabajadores están expuestos al estrés financiero aunque la mayoría no conoce en qué consiste. Lo más grave es que no sólo tiene una relación directa con su desempeño sino también con otros aspectos como la salud mental. Por lo tanto, es muy importante su detección para revertir sus consecuencias.
En primera instancia las empresas deben reconocer que, así como sus empleados pueden padecer el Síndrome de Burnout, depresión o ansiedad, también pueden desarrollar otro tipo de problemas y jamás deben ser minimizados o ignorados.
¿Qué es el estrés financiero?
El estrés financiero se caracteriza por generar una sensación de angustia y presión ante una situación económica incierta. También ocurre como consecuencia de dificultades económicas que generan ansiedad y sensación de vulnerabilidad o escasez.
Este problema existe y puede afectar todos los aspectos de la vida de una persona. La relación entre salud mental y tener una buena situación financiera es más estrecha de lo que parece, y quienes descuidan la primera suelen tener dificultades para manejar la segunda de manera efectiva.
“Durante años, lo que sucedía en la esfera personal de un colaborador se mantenía separado de su trabajo. Hoy en día, las empresas reconocen que sus empleados son personas integrales y que aspectos como la gestión financiera puede influir tanto como los problemas familiares en su rendimiento profesional”, explica Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health.
Cuando los equipos de trabajo tienen acceso a apoyo psicológico para hablar sobre su estrés financiero logran estar más enfocados en el trabajo, e incluso manejar mejor sus gastos.
¿Cuáles son los síntomas del estrés financiero?
- Insomnio u otras dificultades para dormir
- Aumento o pérdida de peso
- Depresión
- Ansiedad
- Dificultades en las relaciones personales
- Retraimiento social
- Dolencias físicas como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, presión arterial alta y enfermedades cardiacas
Empresas se preocupan por el bolsillo de sus empleados
De acuerdo con una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 34.9% de la población reportó experimentar alguna consecuencia física, como dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales o cambios en la presión arterial, cuando experimentaba preocupación por sus finanzas.
Además, el 30.7% mencionó sufrir impactos psicológicos como problemas de sueño o alimentación.
De acuerdo con la especialista de Affor Health, el estrés financiero tiene un impacto directo en los colaboradores que puede manifestarse con mayores niveles de irritabilidad, falta de concentración e incluso agotamiento mental.
La salud mental y financiera van de la mano
La integración de programas de educación financiera en las empresas se ha convertido en una estrategia clave para mitigar el estrés financiero entre los colaboradores. Al proporcionar talleres y recursos sobre gestión de presupuestos, ahorro e inversión, las organizaciones no solo empoderan a sus equipos, sino que también fomentan un ambiente laboral más saludable.
Al reconocer y abordar el estrés financiero, las empresas pueden beneficiarse de una cultura organizacional más resiliente. Los empleados que se sienten apoyados en sus preocupaciones financieras son más propensos a mostrar lealtad y motivación, lo que impacta positivamente en la retención de talento y la reducción de la rotación.