En México, la donación de médula ósea y de sangre de cordón umbilical es fundamental para el tratamiento de enfermedades graves como la leucemia, linfomas y otras enfermedades hematológicas. Aunque el proceso de donación aún no es tan conocido como otras formas de donación, su importancia crece día a día. A continuación, explicamos cómo se lleva a cabo cada tipo de donación en el país.
Donación de médula ósea
El proceso de donación de médula ósea en México se gestiona a través del Registro Nacional de Donadores de Médula Ósea (ubicado en el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea). Cualquier persona sana entre los 18 y 55 años puede registrarse como donador voluntario, siempre que cumpla con ciertos requisitos de salud.
Primero, el donante potencial se somete a una evaluación médica que incluye la toma de una muestra de sangre o saliva para realizar pruebas de compatibilidad. Si el donante es compatible con un paciente, el siguiente paso es la extracción de células madre, lo cual se puede hacer de dos formas: aspiración de médula ósea o recolección de células madre periféricas.
- En la aspiración de médula ósea, el procedimiento se realiza bajo anestesia general o epidural, extrayendo médula ósea de la cadera del donante.
- La recolección de células madre periféricas es un proceso menos invasivo, en el que el donante recibe un medicamento que estimula la producción de células madre en la sangre, las cuales son recolectadas a través de una máquina similar a la que se utiliza en la donación de plaquetas.
Donación de sangre de cordón umbilical
La sangre de cordón umbilical es rica en células madre y se extrae tras el nacimiento de un bebé. En México, existen bancos de cordón umbilical públicos y privados. En el caso de los bancos públicos, la donación es altruista y se realiza inmediatamente después del parto, sin riesgos ni dolor para la madre o el bebé.
El proceso consiste en recolectar la sangre que queda en el cordón umbilical y la placenta tras el parto, para luego ser procesada y almacenada. Esta sangre se utiliza en pacientes con enfermedades hematológicas que requieren trasplantes de células madre.
Ambos tipos de donación son esenciales para salvar vidas, y se fomenta la participación tanto en la donación de médula ósea como en la de sangre de cordón umbilical.