La discapacidad auditiva es más común de lo que muchos piensan. De hecho se estima que poco más del 5% de la población mundial tiene esta condición que no le permite disfrutar los sonidos como el resto. Como consecuencia, también se genera una notoria disminución en la calidad de vida.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que en la actualidad hay 430 millones de personas que no pueden escuchar con claridad. Aunque de acuerdo con las previsiones se espera que para el año 2050 la cifra supere los 700 millones de afectados.
Pero antes, ¿qué es la discapacidad auditiva?
Este concepto se refiere a una pérdida superior a 35 decibelios (dB) en el oído que oye mejor. Algo bastante notorio es que casi el 80% de las personas con este problema viven en países de ingresos bajos y medianos.
Por otra parte, es importante mencionar que la prevalencia de la pérdida de audición aumenta con la edad. Entre los mayores de 60 años, más del 25% padece una pérdida de audición discapacitante.
¿Cómo viven un concierto de música las personas con discapacidad auditiva?
Ahora bien, el hecho de no poder escuchar con claridad no debe ser un motivo para no disfrutar de la vida. En este caso es fundamental el apoyo de la sociedad y la participación de empresas para emprender diversas acciones.
A partir de lo anterior, en el 2023 surgió VIBRA, la cual es una iniciativa de Fundación OCESA que busca generar condiciones dentro de los espacios de espectáculos para que personas con discapacidad auditiva vivan su pasión por la música.
VIBRA ha sido diseñada para que personas con discapacidad auditiva puedan conectarse con la música de una manera única e inmersiva a través de chalecos sensoriales de última generación y la interpretación en Lengua de Señas Mexicana (LSM).
En su primer año de existencia, el programa ha permitido que más de mil personas (un promedio de 40 invitados por día de festival y 25 en conciertos) experimenten la magia de los espectáculos en vivo.
¿Cómo funciona?
Los chalecos sensoriales utilizados en VIBRA representan lo último en tecnología de inmersión. Con seis sensores estratégicamente ubicados en la espalda, el pecho y la cadera, estos chalecos convierten la música en vibraciones que el usuario puede sentir. Esto permite a las personas con discapacidad auditiva identificar y disfrutar de las diferentes frecuencias, desde los graves más profundos hasta las voces más sutiles.
El sistema cuenta con un transmisor que, con autorización del artista, se conecta directamente a la consola de audio principal del espectáculo, lo que garantiza una experiencia libre de interferencias y de alta fidelidad, brindando una vivencia completa y envolvente.
Además de la tecnología sensorial, la interpretación en LSM es fundamental para el éxito de VIBRA. Intérpretes especializados no sólo traducen la letra de las canciones, sino que también capturan y transmiten la emoción del artista.
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