La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca numerosos beneficios de realizar actividad física regularmente, subrayando su importancia para mantener y mejorar la salud en todas las etapas de la vida. Según este organismo, la actividad física no solo contribuye al bienestar físico, sino también al mental y social, convirtiéndola en un pilar esencial para una vida saludable.
La actividad física sirve para prevenir enfermedades crónicas
Uno de los principales beneficios del ejercicio físico es la prevención de enfermedades crónicas. La OMS señala que la práctica regular de ejercicio reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, y ciertos tipos de cáncer, como el de colon y mama. Además, el ejercicio ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que es crucial para prevenir la obesidad, una de las principales causas de enfermedades crónicas en el mundo.
El bienestar mental es otro aspecto que se ve favorecido por la actividad física. Según la OMS, el ejercicio regular puede reducir el riesgo de depresión, ansiedad y estrés, mejorando así la salud mental. Esto se debe a que la actividad física estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que ayudan a mejorar el estado de ánimo y promover una sensación de bienestar general. Además, el ejercicio mejora la calidad del sueño, lo que es fundamental para la recuperación física y mental.
También mejora la salud ósea y muscular
La función cognitiva también se beneficia del ejercicio regular. La OMS indica que la actividad física mejora la memoria, la concentración, y otras funciones cognitivas, reduciendo el riesgo de desarrollar trastornos como la demencia en la vejez. Esto es particularmente relevante en un contexto de envejecimiento global, donde mantener la salud cerebral es crucial para una vida activa e independiente en la tercera edad.
Además, promueve la salud ósea y muscular, lo que es esencial para prevenir caídas y fracturas, especialmente en personas mayores. La OMS recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para obtener estos beneficios.
La actividad física regular, como lo señala la OMS, es una herramienta poderosa para prevenir enfermedades, mejorar la salud mental, y mantener la función cognitiva y física a lo largo de la vida. Adoptar un estilo de vida activo es clave para vivir de manera saludable y plena.