El inicio del ciclo escolar 2024-2025 es el pretexto perfecto para hablar acerca de un tema tan importante como las barreras de aprendizaje. En especial los padres de familia deben estar conscientes de este problema que no sólo limita el rendimiento en las escuelas sino que puede tener consecuencias más graves.
Con esto en mente, en Saudiario tuvimos la oportunidad de entrevistar al Dr. Héctor Daniel Cueto Romero, quien es Gerente Médico en Sanofi Consumer Healthcare (OPELLA). Desde esta posición puede aplicar su conocimiento en la gestión de la salud y en la implementación de estrategias médicas eficaces.
Como parte de su formación académica es egresado de la Licenciatura en Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además ha complementado su educación con un diplomado especializado en diabetes, lo que le ha permitido adquirir un profundo entendimiento de esta enfermedad crónico-degenerativa que afecta a millones de personas en el mundo.
¿Qué son las barreras de aprendizaje?
Son condiciones que no permiten el correcto desarrollo de un niño. Una de sus consecuencias es una disminución en el rendimiento escolar aunque también pueden limitar las relaciones familiares y afectivas de los jóvenes.
¿Son comunes o frecuentes este tipo de condiciones?
En el caso de México se estima que el 7% de los niños padece este tipo de condiciones. Con esto se obtiene que aproximadamente 2.2 millones de infantes tienen una barrera de aprendizaje, aunque lo más grave es que hay muchos casos en los que la familia jamás se entera.
¿Cuáles son las principales barreras de aprendizaje de este tipo?
Aunque la lista es muy grande en términos generales existen tres y son la dislexia, la disgrafía y el daltonismo
¿Este tipo de barreras son genéticas o se desarrollan a lo largo de la niñez?
En el caso del daltonismo es genética y está ligada al cromosoma X. Mientras que la dislexia y la disgrafía pueden tener su origen en el nacimiento aunque también hay casos en los que ocurren eventos durante la niñez que las desencadenan.
¿Cuáles son las principales señales de alerta?
Lo principal es estar lo más cercano posible con los niños y ver su desarrollo. En caso de observar que empieza a hablar de manera tardía o tiene problemas para escribir es un indicio de que podría tener barreras de aprendizaje.
¿Ante las sospechas de un caso de este tipo con qué especialista médico se debe acudir?
Lo ideal es que los padres de familia lleven a su hijo con un psicopedagogo para realizar una valoración profesional. También se puede acudir con un pediatra con estudios en el desarrollo neurocognitivo o con un paidopsiquiatra.
Mientras que en el caso del daltonismo es necesario ir con un oftalmólogo para que realice exámenes específicos al niño.
¿Las barreras de aprendizaje se pueden curar o los pacientes las van a tener toda la vida?
Depende mucho de cada caso aunque en el caso de la dislexia y el daltonismo todavía no existe una cura. De cualquier forma ya existen tratamientos e incluso lentes de refracción para personas con este tipo de trastornos.
Además ahora existen diversas herramientas y tecnologías que tienen el objetivo de ser un soporte para los niños y adultos con este tipo de condiciones. Al final el objetivo es lograr que la calidad de vida de cada paciente sea la mejor posible.
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