La actividad física es un componente esencial para mantener una buena salud y prevenir enfermedades crónicas. Sin embargo, en México, la cantidad de actividad física que realiza la población está por debajo de lo recomendado por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta realidad representa un desafío importante para la salud pública en el país.
Solo el 42% de los mexicanos cumple con las recomendaciones de la OMS sobre actividad física
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, solo el 42% de la población mexicana cumple con las recomendaciones de la OMS de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana. Esta cifra indica que más de la mitad de los mexicanos llevan un estilo de vida sedentario, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, y enfermedades cardiovasculares.
La falta de ejercicio físico es más pronunciada en ciertos grupos de la población. Las mujeres, por ejemplo, son menos activas físicamente que los hombres, con solo un 38% de ellas cumpliendo con los niveles recomendados de ejercicio. Además, la actividad física tiende a disminuir con la edad, siendo los adultos mayores el grupo que realiza menos ejercicio.
Entre las razones para esta baja tasa se encuentran el estilo de vida moderno, que promueve el sedentarismo, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la falta de infraestructura adecuada para realizar ejercicio, como parques, gimnasios y espacios recreativos. En muchas zonas urbanas, la inseguridad también limita las opciones para realizar actividad física al aire libre.
Es esencial promover políticas públicas
La vida laboral y las largas jornadas de trabajo también son factores que contribuyen al sedentarismo en México. Muchas personas pasan gran parte del día sentadas en oficinas, lo que reduce significativamente su nivel de actividad física diaria.
Para mejorar estos indicadores, es esencial promover políticas públicas que faciliten el acceso a espacios seguros para el deporte y campañas de concienciación sobre los beneficios del ejercicio regular. Programas comunitarios, incentivos para el uso de medios de transporte activos, como caminar o andar en bicicleta, y la integración del ejercicio en la rutina diaria son estrategias clave para incrementar los niveles de actividad física en la población mexicana.
Aunque un porcentaje considerable de mexicanos realiza deporte, aún queda un largo camino por recorrer para que la mayoría de la población adopte hábitos más saludables y activos, mejorando así su calidad de vida y reduciendo la carga de enfermedades crónicas en el país.