El VIH en México es un tema de gran relevancia en salud pública, que ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. A pesar de los avances en el tratamiento y la prevención, el país sigue enfrentando desafíos considerables para controlar la epidemia y garantizar que las personas que viven con el virus tengan acceso a una atención integral.
En 2023, se estimó que alrededor de 340,000 personas viven con VIH en México, de las cuales aproximadamente el 75% han sido diagnosticadas. Esta cifra indica un progreso en la detección, aunque aún existe un porcentaje significativo de personas que desconocen su estado serológico, lo que subraya la necesidad de ampliar las campañas de pruebas y el acceso a servicios de diagnóstico.
Hay ciertos grupos poblacionales más vulnerables al VIH
El perfil de la epidemia de VIH en México revela que ciertos grupos poblacionales son más vulnerables al virus. Los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) representan la mayoría de los nuevos casos, seguidos por las trabajadoras sexuales y las personas que usan drogas inyectables. Las mujeres, aunque en menor proporción, también están afectadas, especialmente en contextos de desigualdad social y económica donde el acceso a la información y los servicios de salud es limitado.
En términos de tratamiento, México ha hecho importantes avances. El Sistema de Salud Pública ofrece tratamiento antirretroviral (TAR) gratuito, lo que ha permitido a muchas personas que viven con VIH llevar una vida saludable. Sin embargo, la adherencia al tratamiento sigue siendo un desafío, con un porcentaje significativo de pacientes que no continúan su tratamiento de manera regular, lo que puede llevar a complicaciones de salud y a la transmisión del virus.
La discriminación sigue siendo una barrera importante
El estigma y la discriminación continúan siendo barreras importantes para la prevención y el tratamiento del VIH en México. Muchas personas evitan hacerse la prueba o buscar tratamiento por temor al rechazo social, lo que perpetúa la propagación del virus. Las campañas de sensibilización son esenciales para combatir estos problemas y promover una comprensión más amplia y compasiva de la enfermedad.
Aunque México ha logrado avances importantes en la lucha contra el VIH, persisten desafíos críticos. Es necesario continuar fortaleciendo los esfuerzos de prevención, ampliar el acceso a pruebas y tratamientos, y combatir el estigma asociado al VIH para lograr un control efectivo de la epidemia y mejorar la calidad de vida de quienes viven con el virus.