Las alteraciones cognitivas, incluyendo su causa principal, las demencias, representan un problema de salud grave en el mundo y en México. Como se conoce, el factor de riesgo fundamental para sufrir un trastorno cognitivo es la edad y la población de nuestro país envejece año tras año. Esta transición demográfica es una razón que explica la mayor incidencia de enfermedades neurodegenerativas como la demencia de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Alzheimer es la primera causa de demencia y en su fisiopatología se invoca la acumulación de proteína beta amiloide en el cerebro, lo que forma placas amiloideas y la aparición de ovillos neurofibrilares, debido a la presencia de proteína tau hiperfosforilada.
Por otra parte, la demencia vascular es la segunda causa de alteraciones cognitivas graves, una enfermedad relacionada con los factores de riesgo cardiovascular, sobre todo tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, inactividad física y la variante 4 del gen de la apolipoproteína E.
Hasta hace unos años, se reconocía que ambas enfermedades eran fisiopatológicamente diferentes, sin embargo, el análisis posmortem de los cerebros en pacientes con demencia ha comenzado a cambiar el panorama.
El estudio de órdenes religiosas (ROS) y el Proyecto de Memoria y Envejecimiento (MAP), analizan el cerebro de más de mil pacientes con deterioro cognitivo de diferentes orígenes y encuentran que en el 89% de los casos con diagnóstico de enfermedad de Alzheimer, existe una patología vascular importante.
Estos datos nos dejan una gran preocupación, si entendemos que en México existen según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020, 14 millones de fumadores, 37 millones de hipertensos y más de 13 millones de pacientes con diabetes. Todos estos factores de riesgo se asocian con hasta un 40% de aumento en el riesgo de demencia.
Obviamente, nuestro sistema de salud y nuestra sociedad, aún no está preparada para asumir el reto que vendrá con el aumento en la incidencia de demencia. Este aumento de pacientes va a requerir cuidados especiales de por vida, ya que el estado de la ciencia actual, no predice que estas enfermedades tendrán en un futuro cercano, un tratamiento curativo.
Si quiere conocer más, le recomiendo leer Rundek T, Tolea M, Ariko T et al. Vascular Cognitive Impairment (VCI). Neurotherapeutics 2022;19(1):68-88.
El Dr. Pablo Svarch cursó la carrera de Medicina en la Universidad de la Habana y la especialidad de Neurocirugía en la Facultad Calixto García. Además cuenta con un diplomado de Mercadotecnia en el ITAM. Desde el año 2000 ha participado como capacitador en innumerables cursos para la fuerza de ventas en laboratorios como Abbott, Boehringer, Novartis, Sandoz, SunPharma, Torrent y Synthon. En la actualidad es Líder del área científica en Miramar.