La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por infecciones virales, sustancias tóxicas, enfermedades autoinmunes y otros factores. Entre las más virales, existen varios tipos principales: A, B, C, D y E, cada una con diferentes modos de transmisión, síntomas y tratamientos.
Hepatitis A (VHA)
La de tipo A es causada por el virus VHA y se transmite principalmente a través del consumo de alimentos o agua contaminados con materia fecal de una persona infectada. Es común en áreas con condiciones sanitarias deficientes. Los síntomas incluyen fatiga, náuseas, dolor abdominal, pérdida de apetito y fiebre, seguido de ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos). Esta no se convierte en crónica y generalmente se resuelve por sí sola en unas pocas semanas o meses. Existe una vacuna efectiva para prevenirla.
Tipo B (VHB)
La de tipo B es causada por el virus de la hepatitis B (VHB) y se transmite a través del contacto con sangre, semen u otros fluidos corporales de una persona infectada. Puede transmitirse de madre a hijo durante el parto, por compartir agujas o a través de relaciones sexuales sin protección. Los síntomas son similares a los de la de tipo A, pero la infección puede volverse crónica, aumentando el riesgo de cirrosis y cáncer de hígado. La vacunación contra el VHB es la principal medida preventiva.
Tipo C (VHC)
La tipo C (VHC) se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada, por ejemplo, al compartir agujas. Menos comúnmente, puede transmitirse por relaciones sexuales sin protección o de madre a hijo durante el parto. Muchas personas con este tipo no presentan síntomas en las etapas iniciales, pero la infección crónica puede llevar a graves problemas hepáticos. No hay vacuna para la hepatitis C, pero los tratamientos antivirales pueden curar la infección en la mayoría de los casos.
Hepatitis D (VHD)
La D es causada por el virus VHD y solo ocurre en personas que ya están infectadas con el virus de la hepatitis B, ya que el VHD necesita el VHB para replicarse. Se transmite de manera similar a la hepatitis B. La coinfección con VHD y VHB puede provocar una enfermedad hepática más grave y rápida. La vacunación contra la hepatitis B también protege contra la hepatitis D.
Hepatitis E (VHE)
La de tipo E es causada por el virus de VHE y se transmite principalmente a través del agua contaminada en regiones con saneamiento deficiente. Los síntomas son similares a los de la A y, aunque generalmente es autolimitada, puede ser grave en mujeres embarazadas. En algunos países, existe una vacuna contra la hepatitis E, pero no está ampliamente disponible.
Los tipos de hepatitis varían en sus modos de transmisión, gravedad y opciones de prevención y tratamiento. La vacunación es clave para prevenir las hepatitis A y B, mientras que la higiene adecuada y la educación sobre la transmisión son cruciales para controlar la propagación de todas las formas de hepatitis. La investigación y el desarrollo continuo de tratamientos y vacunas siguen siendo esenciales para combatir estas infecciones hepáticas.