Existen múltiples amenazas que ponen en riesgo la integridad de la población global. Con esto en mente, de manera anual la Organización Mundial de la Salud (OMS) publica un reporte con la lista de nuevos antibacterianos que se encuentran en desarrollo, dentro de los cuales se encuentran los antibióticos. Ahora es momento de conocer la versión más reciente recién lanzada.
El papel de la industria farmacéutica es fundamental dentro del mundo actual. El ejemplo más claro se observó durante la pandemia de Covid-19 porque su trabajo oportuno permitió crear diversas vacunas y fabricar millones de dosis para proteger a la población del planeta.
El mundo necesita más y mejores agentes antibacterianos contra las bacterias farmacorresistentes
Desde el 2017 la OMS publica un reporte anual con la lista de antibacterianos que hay en desarrollo en el mundo. El trabajo incluye los antibióticos y especifica lo que están en fase clínica y preclínica a escala global.
Al mismo tiempo, evalúa si los antibióticos actualmente en fase de investigación y desarrollo (I+D) son eficaces para tratar debidamente las infecciones causadas por las bacterias farmacorresistentes más peligrosas para la salud de los seres humanos.
En ese sentido, el número de agentes antibacterianos en fase de desarrollo clínico se ha incrementado al pasar de 80 en 2021 a 97 en el 2023. A pesar de lo anterior, la OMS aclara que se necesitan urgentemente nuevos e innovadores medicamentos contra las infecciones graves para sustituir a los que han perdido eficacia debido a un uso generalizado.
¿Cuántos nuevos antibióticos hay en desarrollo en el mundo?
De acuerdo con el reporte publicado hay 32 nuevos antibióticos en fase de desarrollo contra las infecciones de la Lista OMS de patógenos bacterianos prioritarios. Aunque de dicha cifra sólo 12 pueden considerarse innovadores.
Además sólo 4 de los 12 son eficaces contra al menos un patógeno considerado “crítico” por la OMS. De igual forma, hay lagunas en toda la fase de desarrollo, en particular en productos para niños, formulaciones orales más convenientes para pacientes ambulatorios y agentes contra el aumento de la farmacorresistencia.
No deja de ser alentador que los agentes biológicos no tradicionales (bacteriófagos, anticuerpos, agentes antivirulencia, agentes inmunomoduladores y agentes moduladores del microbioma) se exploren cada vez más como complementos y alternativas a los antibióticos. Sin embargo, estudiar y regular los agentes no tradicionales no es sencillo.
Se necesitan más esfuerzos para facilitar la realización de estudios clínicos y evaluaciones de dichos productos, a fin de determinar cuándo y de qué modo utilizarlos en la práctica clínica.
¿Cuáles son los nuevos antibióticos aprobados durante los últimos años?
En cuanto a los antibacterianos recientemente aprobados, 13 nuevos antibióticos han obtenido autorización de comercialización desde el 1 de julio de 2017, pero sólo dos de ellos constituyen una nueva clase de producto químico y pueden considerarse innovadores, lo que subraya el desafío científico y técnico de descubrir nuevos antibacterianos que sean, a la vez, eficaces contra las bacterias y seguros para los seres humanos.
Además se han autorizado tres agentes no tradicionales, todos ellos productos de base fecal para restaurar la microbiota intestinal y prevenir la infección recurrente por Clostridioides difficile tras el tratamiento antibiótico en adultos.
La fase de desarrollo preclínico se revela activa e innovadora, con muchos enfoques no tradicionales, como parte de un número estable de candidatos preclínicos en los últimos cuatro años.
La investigación sigue centrada principalmente en los patógenos gramnegativos, que son resistentes a los antibióticos de último recurso. Las bacterias gramnegativas tienen capacidades innatas para encontrar nuevas formas de resistir el tratamiento y pueden transmitir material genético que permite a otras bacterias ser también farmacorresistentes.
El desarrollo de nuevos antibióticos debe ir acompañado de iniciativas en paralelo para garantizar un acceso equitativo, especialmente en los países de ingreso bajo y mediano.
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