La crisis hídrica es una realidad. Alcanzó a la humanidad, que hoy padece sus primeras consecuencias: Agotamiento de fuentes naturales, desigualdad en el acceso del líquido y generación de residuos plásticos, consecuencia del consumo masivo de agua embotellada.
Optar por el consumo de agua embotellada ha agudizado los problemas de contaminación ambiental debido a los envases plásticos. Esta tendencia se debe, principalmente, a la desconfianza en la calidad del agua potable.
No obstante, la proliferación de botellas de plástico no solo genera una cantidad masiva de residuos difíciles de gestionar, sino que también contribuye a la acumulación de microplásticos en los ecosistemas acuáticos.
“Para abordar este problema es necesario mejorar la infraestructura y la percepción pública sobre la calidad del agua, además de promover alternativas más sostenibles como el uso de purificadores de agua domésticos y el acceso a fuentes de agua pública segura”, afirma Leandro Barrionuevo, cofundador y director de Pura, empresa especialista en el tratamiento de agua, cuyo objetivo es la democratización del vital líquido.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que entre los principales productos químicos presentes en el agua que acarrean riesgo son: arsénico, fluoruros, nitratos, fármacos, plaguicidas y microplásticos.
Por otra parte, un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) reportó que en la Ciudad de México, al menos el 50% de los garrafones que utiliza la población para beber agua embotellada, están contaminados con bacterias y materia fecal.
La solución a este problema durante muchas décadas ha sido embotellar el agua en envases elaborados con plástico. Cada año se producen más de 500,000 millones de botellas de plásticos de un solo uso y cada minuto se compran un millón de botellas de plástico a nivel global, de las cuales solo una se recicla, las restantes terminan en los océanos, donde tardan cientos de años en descomponerse, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
“Las alternativas sostenibles como las botellas reutilizables o purificadores para obtener agua de buena calidad sin necesidad de consumir líquidos embotellados son esenciales para mitigar el impacto del plástico. Es fundamental trabajar en la democratización del agua e implementar soluciones que garanticen que la población tendrá agua de buena calidad sin importar su condición económica o ubicación geográfica”, abunda Lucas Barrionuevo, cofundador de Pura.
Alternativas posibles
México enfrenta una de sus peores crisis hídricas en décadas, con regiones enteras sufriendo de escasez de agua potable. A esta situación se suma la ola de calor que continuará hasta junio y en la que algunos estados superará los 45°C.
Esto ha ocasionado un aumento en la demanda de agua embotellada de 56.6% y un incremento en el costo de entre 2 y 3 pesos por botella, según estimaciones de la Asociación Nacional de Pequeños Comercios (ANPEC).
“La crisis hídrica que vivimos en México nos exige revaluar nuestras prácticas de consumo. Cada botella de plástico que utilizamos no solo afecta nuestro entorno inmediato, sino que contribuye al deterioro ambiental global. Es momento de tomar acciones más conscientes y sostenibles para proteger el planeta”, concluye Leandro Barrionuevo, cofundador y director de Pura.
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