Aunque el asma es la afección respiratoria más común, cuando se trata de un caso grave puede derivar en múltiples complicaciones. Con esto en mente, lo ideal es mantener un correcto control del padecimiento para reducir riesgo.
En ese sentido, es necesario recordar que el asma no tiene cura y puede aparecer en cualquier momento de la vida.
Asma en México y el resto del mundo
Tan sólo en México se estima que hay 8.5 millones de personas que viven con asma. Con este panorama, se ubica como la segunda causa de atención en el Servicio de Urgencias del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), debido a que no es diagnosticada ni tratada de forma oportuna y adecuada.
Mientras que a nivel global, en el 2019 se calculó que había 262 millones de personas con asma, además de que provocó 455,000 defunciones.
¿Qué es el asma grave y cuáles son sus complicaciones?
De acuerdo con la clasificación de la Global Initiative for Asthma (GINA, por sus siglas en inglés), un caso de asma grave es el que requiere múltiples fármacos y en alta dosis para mantener su control. También se utiliza esta clasificación cuando permanece mal controlada a pesar de los tratamientos.
Por su parte, se estima que entre el 5 y el 10% de todos los casos de este padecimiento corresponde a asma grave. Por lo tanto, al no tener la enfermedad controlada se puede incrementar el riesgo de exacerbaciones graves y mayor obstrucción de las vías aéreas.
El seguimiento médico continuo es fundamental para lograr este control. Debe entenderse de manera integral y venir con cambios en el estilo de vida, autoconocimiento y adherencia al tratamiento.
¿Qué complicaciones pueden ocurrir en casos de asma grave?
Datos de una encuesta cuantitativa realizada de forma online señalan las posibles complicaciones que se pueden desarrollar dentro del asma al no mantener el apego al tratamiento.
- Disminución de la capacidad en las actividades diarias como el ejercicio: 21% de las personas que viven con asma experimentan una interferencia directa en sus actividades diarias.
- Falta de sueño: 48% de las personas asmáticas vio afectado su ciclo de sueño debido a los síntomas.
- Cambios permanentes en la función pulmonar: un 43% de las personas con asma recurrieron al tratamiento de rescate al menos tres veces por semana.
- Asistencia respiratoria: las personas con asma no controlada tienen dificultad para respirar, por lo que requieren de un respirador para regular el aire de sus pulmones. Y en algunos casos, pueden llegar hasta la muerte.
“Actualmente los médicos cuentan con una gran variedad de opciones de tratamientos disponibles para regular esta enfermedad y así prevenir cualquier impacto negativo en la calidad de vida de las personas que viven con asma. Es crucial recordar que un diagnóstico oportuno y la adherencia estricta al tratamiento son esenciales para evitar complicaciones”, señala el Dr. Marco Polo, Gerente Médico del Área de Respiratorio de GSK.
Las personas con asma deben de ser conscientes de los diversos cambios en su vida tras el diagnóstico, ya que ésta es una enfermedad que requiere mucho autoconocimiento, responsabilidad en la adhesión al tratamiento y seguimiento médico continuo.
Además de la medicación, la adopción de medidas preventivas como la abstinencia del tabaco y la identificación consciente de desencadenantes como alérgenos, ayuda a evitar complicaciones y ataques de asma.
También lee:
