El fenómeno conocido como “cerebro de mamá” es real aunque se habla muy poco acerca de sus efectos. Ocurre en las mujeres durante el embarazo y afecta la pérdida de memoria aunque va desde a corto plazo hasta el olvido total.
¿Es real el “cerebro de mamá”?
“Las madres primerizas nos dicen todo el tiempo que tienen síntomas inusuales como desorientación frecuente, problemas para enfocarse y falta de concentración. Si bien el ‘cerebro de mamá’ puede no ser un diagnóstico oficial, sí es una afección muy real”, dice la Dra. Jessica Rohr, Directora de Salud de la Mujer del Hospital Houston Methodist.
Tampoco se limita a un período específico. Este patrón de cambios cognitivos del cerebro de mamá se puede experimentar durante el embarazo, el posparto, e incluso durante la crianza de los hijos.
La “mamá perfecta”: el mayor mito de la maternidad
Todavía parece que se espera que las madres además de dedicarse al cuidado de los hijos, también trabajen tiempo completo.
El énfasis actual de la crianza intensiva alienta a las madres a manejar el 100% de las necesidades emocionales y físicas de su bebé, que es una expectativa desgastante y que está en conflicto directo con una vida equilibrada y en familia.
Las tareas superan en número el tiempo para completarlas. El cerebro está sobrecargado y hasta el 75% de las madres primerizas están angustiadas porque ya no son lo que solían ser y no entienden por qué.
¿Por qué ocurre el cerebro de mamá?
Existen factores físicos reales que pueden causar o aumentar los síntomas del cerebro de mamá.
Un estudio de 2017 informó de una pérdida de materia gris en la región del cerebro de la cognición social relacionada con el embarazo y, a veces, que dura hasta seis años después del parto.
La Dra. Rohr, psicóloga clínica, advierte que esto no es tan malo como parece, sino más bien un tipo de “poda sináptica”. Los investigadores teorizan que esta es la forma en la que el cerebro afina las redes neuronales de una nueva madre para que sea más hábil para comprender las necesidades de su bebé.
En otras palabras, el cerebro de la nueva madre se está volviendo más eficiente en su papel de madre. Pero ciertamente puede que no se sienta así para las nuevas madres que intentan vivir su vida como lo hacían antes del embarazo.
Otros factores físicos que se cree que conducen al cerebro de mamá
- Cambios hormonales: El estrógeno protege y apoya el funcionamiento cognitivo, y disminuye precipitadamente después del nacimiento.
- Trastornos del sueño: La fragmentación del sueño (despertarse varias veces a lo largo de la noche) y la reducción general de las horas de sueño conducen a déficits persistentes y profundos en la atención, la memoria, la impulsividad y el funcionamiento del sistema de recompensa.
- Preocupaciones psiquiátricas: Los profesionales de la salud mental son cada vez más conscientes de los grandes porcentajes de madres primerizas que experimentan problemas psiquiátricos perinatales. Esto no es solo depresión posparto, sino que puede incluir ansiedad, trastorno de estrés postraumático y trastorno obsesivo compulsivo y, de hecho, puede comenzar durante el embarazo.
¿Cómo ayudar al cerebro de mamá?
Ella recomienda tres consejos para ayudar a las madres primerizas que experimentan síntomas del cerebro de mamá.
La primera es aceptar los cambios celebrando el milagro del nacimiento y aprendiendo las habilidades necesarias para cuidar de una nueva vida. “Date un tiempo para ti”, recomienda la Dra. Rohr.
En segundo lugar, las madres primerizas deben priorizar su recuperación y permitir que sus cerebros descansen, lo que puede significar decir no para algunas cosas y también aceptar apoyo de sus parejas y otros miembros de la familia.
Por último, las madres primerizas deben permitirse ser vulnerables y conectarse con el apoyo social para superar los momentos difíciles del cerebro de la madre y disfrutar de sus hijos.
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