Los increíbles avances de la medicina moderna hacen creer que, no importa qué dolencia o síntomas presente un paciente, con tan solo una consulta y un par de exámenes, el médico puede diagnosticar una enfermedad. Pero la realidad no es tan sencilla.
En algunos casos, los procesos de diagnóstico pueden resultar un verdadero dolor de cabeza, inclusive para los especialistas más experimentados. Lo curioso es que algunas de las enfermedades más difíciles de diagnosticar pueden ser cuadros aparentemente comunes.
No necesariamente hablamos de una enfermedad rara o nueva, de esas que solo se presentan en 1 de cada millón de nacimientos. La verdad es que algunas de ellas son tan comunes, que una buena cantidad de la población de un país puede sufrirla sin siquiera saberlo.
Existen varios motivos para este fenómeno, sin embargo, uno de los más comunes tiene que ver con que algunas de ellas presentan síntomas demasiado generales o poco específicos, como un simple dolor de estómago. Algunos, inclusive, pueden compartir docenas de enfermedades diferentes.
Sin duda, las enfermedades difíciles de diagnosticar son un tema concurrido dentro de la comunidad médica en todo el mundo.
Por eso, nuestro equipo ha preparado un resumido listado con las que se consideran las enfermedades más difíciles de diagnosticar.
Síndrome de intestino irritable
El síndrome de intestino irritable es una enfermedad crónica que se cree que puede afectar a cerca del 8 por ciento de la población mundial. En la mayoría de los casos no es diagnosticada.
A pesar de que no es una enfermedad grave, si afecta el desarrollo normal de los pacientes en su vida cotidiana, además disminuye la calidad de vida debido a los malestares persistentes y la imposibilidad de realizar algunas actividades.
Esta enfermedad es difícil de diagnosticar porque los síntomas principales son demasiado generales (estreñimiento, diarreas y dolores abdominales). Además, en la actualidad no existe una prueba estandarizada que permita diagnosticar de una vez. Por el contrario, el proceso consiste en descartar primero otras enfermedades que también correspondan a los síntomas presentados por el paciente.
Fibromalgia
La Fibromialgia no se reconoció como una enfermedad sino hasta el año 1992. En sus fases más leves, presenta síntomas muy comunes, como dolores musculares y esqueléticos generalizados.
La principal razón que la hace difícil de diagnosticar es la inconsistencia de los síntomas, es decir, estos pueden disminuir, agudizarse o desaparecer de forma aleatoria.
Enfermedad Celiaca
La intolerancia al gluten es sumamente difícil de diagnosticar, principalmente porque los productos derivados del trigo están muy estrechamente relacionados con los hábitos alimenticios.
Debido a que la mayoría de los pacientes crecen con esta enfermedad, se suelen acostumbrar a los síntomas, lo que hace que les incomoden menos.
Apendicitis
La apendicitis es prácticamente imposible de detectar en etapas tempranas. Por el contrario, esta se suele atender de emergencia cuando el apéndice ha llegado al punto máximo de inflamación.
En muchos casos, el paciente puede pasar días con dolor abdominal sin sospechar que se trata de una apendicitis. Si el apéndice colapsa y se rompe, la infección puede ser mortal.
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