Cada vez más organizaciones adoptan el salario emocional como una prestación adicional para sus trabajadores. Aunque más allá de ser una motivación también tiene otros beneficios que pueden ser de utilidad en el campo de la salud mental.
Mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal es fundamental para evitar que los trabajadores padezcan el Síndrome de Burnout. Además de su integridad también es la clave para aumentar su rendimiento.
¿Qué es el salario emocional?
Antes de avanzar es necesario ofrecer una definición. El salario emocional se refiere al conjunto de retribuciones emocionales más allá de las monetarias que ofrecen las empresas a sus trabajadores. Abarca desde vales de despensa hasta días de descanso adicionales o permitir salir una hora antes.
Acerca de este tema, Felipe Cuadra, quien es experto en desarrollo organizacional y cofundador de Rankmi, afirmó que existe una prevalencia del Síndrome de Burnout en más del 40% de quienes desempeñan labores de oficina en México.
Salario emocional, ¿cómo mejora la salud de los trabajadores?
Mientras que de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta el 75% de los trabajadores registrados padece o ha padecido de estrés laboral.
Un beneficio que los trabajadores quieren pero no reciben
A estos datos se suman los arrojados por el estudio Salario Monetario vs Salario Emocional 2022-2023 realizado a nivel de Latinoamérica por Rankmi. Lo que revela es que en México el 41% de los trabajadores consultados no cuenta con salario emocional o programas o beneficios relacionados con el bienestar emocional.
“Si bien el salario emocional se ha convertido en un factor esencial en los últimos años, éste no puede basarse sólo en acciones a corto plazo, sino que deben estar perfectamente programadas dentro de los objetivos de la empresa con el propósito de reforzar la conexión emocional entre colaboradores y empresa, garantizar la retención de talento y mejorar de raíz la cultura organizacional”.
¿Qué debe contemplar el salario emocional?
Con base en esto, el programa de salario emocional tendría que contemplar un diagnóstico de las necesidades individuales de los trabajadores, la implementación de estrategias a largo plazo y sobre todo la medición y evaluación con la cual se podrá comprender el estado del clima de la organización, además de estrategias para la gestión de la felicidad.
“No se trata de individualizar, sino de entender que los beneficios del salario emocional no son iguales para todos, por ejemplo, sabemos que, para los trabajadores de la generación millennial (entre 30 y 40 años), el salario emocional debe incluir flexibilidad horaria, formación continua y servicios deportivos, entre otras opciones”.
Contrario a la generación Z -entre 18 y 30 años- que “prefieren seguros de salud personales, programas de bienestar emocional y mental, y hasta servicios de comedor; mientras que los senior -mayores de 40- necesitan planes de pensiones, paquetes de salud y flexibilidad para atender temas de hogar”.
En cuanto a la gestión de la felicidad se trata de ofrecer a los trabajadores herramientas para que identifiquen sus emociones y eviten reacciones poco favorables ante situaciones difíciles o estresantes ya sea en el lugar de trabajo o casa, es decir, con esta gestión se mejora el clima laboral y el bienestar de cada individuo, así se puede tener empleados más felices, comprometidos, con mayor creatividad y niveles más altos de energía.
Junto a las herramientas emocionales, la flexibilidad es otra de las claves para la gestión de la felicidad, por lo que entre las acciones para tener felicidad en las organizaciones se debe tener en consideración horarios flexibles, opciones de trabajo remoto que facilita el equilibrio entre trabajo y vida personal.
También lee: