Estamos siendo testigos de una de las revoluciones más grandes de la historia de la innovación: la creación de la Inteligencia Artificial (IA) generativa. Ha sido tan potente, quizás, como el descubrimiento del fuego, aunque su impacto y su difusión, son más veloces, sin dejar de considerar que seguirá evolucionando. ¿Es esto algo malo? No, claramente: ya no podemos negar el uso de la tecnología, estamos totalmente inmersos en ella y, sin duda, transformará nuestro trabajo y nuestra propia vida.
¿Qué tal si, en lugar de preguntarnos qué empleos van a desaparecer, cuestionamos cómo se van a transformar todos nuestros roles actuales? Si hoy, se pudieran eliminar las tareas repetitivas y aburridas, en las cuales su aporte personal es cero, pero su inversión en tiempo es alta, ¿cuáles serían? Si la quitaras, ¿cómo impactaría tu vida profesional? Cuando eliminemos las tareas automatizables, ¿qué haremos con el tiempo que recuperamos? ¿Cómo aprovecharemos ese momento de ocio?
La IA viene a replantear nuestro concepto de productividad y eficiencia. En el pasado, cada vez que aparecía una nueva tecnología, se creaba un vacío y nosotros lo utilizamos para introducir otra actividad productiva. En este momento, tenemos una ventana para ser más conscientes y pensar qué podemos hacer con ese tiempo. Capaz, esta vez decidimos no sumar otra tarea, sino crear el espacio para que, como especie humana, podamos tener ocio y, así, pensar, innovar y ser creativos de una manera diferente.
Los CEO de las empresas juegan un rol clave en esta transformación ya que, en este escenario, además de ser Chief Executive Officers somos Chief Emotional Officers, o jefes de las emociones. Su liderazgo es la llave para reconducir los miedos y la incertidumbre de los equipos (y la suya propia) sobre el futuro laboral. Para ello, es fundamental crear espacios dentro de los mismos, donde todas las personas puedan compartir y conversar sobre las inquietudes que despierta la IA.
Sin embargo hay una cuestión que no se debe pasar por alto: el impacto de estas tecnologías, sea positivo o negativo, dependerá de cómo las administremos. Existen dos cuestiones claves para cuidar este rumbo. La primera es reentrenar a todos los equipos en Diversidad e Inclusión. La IA toma información y crea algoritmos, pero muchas veces estos datos ya están sesgados. Una de las fuentes de las que la IA se nutre con información, son las enciclopedias online, donde la gran mayoría de las biografías que aparecen son de hombres también hay mujeres Entonces, debemos asegurarnos de que la IA no propague ese sesgo y, para ello, las personas deben tener una mirada entrenada.
Un segundo tema de gran importancia es la privacidad. Si la IA se nutre de la información que aportan las personas, debemos plantearnos ¿quién va a poder acceder a ella? ¿Con qué restricciones y cómo se va a proteger? Entrenar a los equipos para que velen por ella, será una manera de construir un uso responsable, para que sean las personas y no la tecnología, quienes definan los límites de esta poderosísima herramienta.
Fuente: Hwang, R. (2023, December 20). La IA está resignificando los conceptos de productividad y de ocio. Think With Google. https://www.thinkwithgoogle.com/intl/es-419/estrategias-de-marketing/automatizacion/ia-productividad-ocio/