Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lleva cinco años de gobierno y la austeridad ha sido una de sus narrativas oficiales, bajo el mandato de hacer más con menos recursos. Esto se ha reflejado en un repunto importante en el gasto en protección social pero con un aumento bastante modesto en el rubro de salud.
Datos ofrecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mostraron que, de enero a julio de 2019 (primer año de gobierno de López Obrador), el gasto en protección social fue de 742 mil 846 millones de pesos, mientras que para el mismo período de este año se han desembolsado poco más de 1 billón de pesos a este rubro que contiene pensiones y algunos programas sociales.
Las Pensiones del Bienestar están integradas en la protección social
De esta forma el gasto en protección social, donde están integradas las Pensiones del Bienestar, uno de los programas insignia del gobierno, tuvo un aumento de 35,2 por ciento en lo que va de administración actual.
El caso de la salud es diferente al de protección social. Aún con la promesa de un sistema de salud universal (y con la pandemia de COVID-19 que comenzó en el 2020 y terminó este año, los recursos a este rubro apenas crecieron.
Se deben fortalecer los mecanismos institucionales para garantizar el presupuesto en salud
Mientras que en el año previo a la pandemia (2019), en los primeros siete meses se gastaron 367 mil 551 millones de pesos; este año, durante el mismo período, se destinaron 373 mil 166 millones de pesos; es decir, apenas un 1,5% en comparación con el inicio del sexenio.
Las consecuencias de que no se tenga un mayor gasto en salud repercute, directamente, en el gasto de los hogares, dado que deben desembolsar recursos para atender en lugares privados e, incluso, aún con su afiliación a una institución pública de salud, muchas veces terminan atendiéndose en una institución particular. Es por eso por lo que se deben fortalecer los mecanismos institucionales para garantizar la eficiencia del presupuesto en salud.