En la temporada de otoño-invierno, las enfermedades respiratorias se agravan, sobre todo en los niños y en los adultos mayores. Es decir, con los cambios bruscos de temperatura se incrementan este tipo de enfermedades y, para prevenirlas, es esencial fortalecer las medidas de higiene, consumir muchos líquidos y atender a las campañas de vacunación, entre otras acciones.
La influenza y la bronquitis, entre las enfermedades respiratorias con mayor presencia
Las enfermedades respiratorias más comunes son, entre otras:
- Influenza
- Rinofaringitis (afecta a nariz y faringe)
- Bronqueolitis
- Bronquitis
- Neumonía
- Bronquitis crónica
- Enfisema pulmonar
- Asma
Los grupos de población más vulnerables son los que se encuentran en los extremos de la vida: niños y niñas, adultos mayores, mujeres embarazadas o quienes padecen alguna enfermedad crónica como diabetes.
Se deben identificar, de forma oportuna, los síntomas para determinar si es una infección que requiere tratamiento antimicrobiano. Así, si no hay fiebre, dolor y solamente se presenta un resfrío con moco transparente, es recomendable quedarse en casa, cuidarse y tomar medicamentos que disminuyan las molestias, además de tratar de tener un ambiente húmedo con vaporizador y esperar en reposo la evolución favorable del malestar.
Nunca se debe recurrir a la automedicación
Por el contrario, si se presenta fiebre superior a los 38 grados, existe dolor en el pecho, la respiración se dificulta y hay sibilancias, se debe acudir al médico para obtener un diagnóstico oportuno e iniciar el tratamiento adecuado, ya que, de ninguna forma, se debe recurrir a la automedicación, ya que esto podría complicar aún más la enfermedad.
Al año, el Seguro Social otorga en torno a 5 millones 694 mil 604 consultas por enfermedades respiratorias, de las cuales 1 millón 903 mil 098 son niños y niñas de 0 a 9 años de edad y 1 millón 607 mil 899 son personas de 60 y más años.