La psoriasis es una enfermedad inflamatoria cutánea de curso crónico y afecta a un 2-3% de la población. Se caracteriza por lesiones cutáneas eritematosas y descamativas. En la infancia, en muchas ocasiones, supone un reto diagnóstico por su solapamiento clínico con otras enfermedades, aunque un diagnóstico temprano es la clave.
Epidemiología de la psoriasis en la infancia
La psoriasis pediátrica es una enfermedad frecuente, aunque los datos son limitados. En torno a 1/3 de los pacientes sufren el comienzo de la enfermedad en sus primeras dos décadas de vida, incluso un 2 por ciento antes de los dos años, lo que representa el 4 por ciento de las consultas dermatológicas en menores de 16 años.
Se estima que existe una prevalencia de esta enfermedad en un 1% de los niños y se ha observado un aumento de su incidencia en los últimos 40 años. Independientemente de la edad, afecta igual a niños y a niñas.
Principales manifestaciones de la enfermedad
Las dos formas clínicas más frecuentes son la psoriasis en placas y también en gotas. Las lesiones, consideradas de forma individual, son pápalas o placas eritematosas, con bordes netos y una descamación blanquecina que, de forma clásica, se designa como micácea.
Aunque, en la infancia, presentan ciertas peculiaridades:
- Son típicas la afectación facial, flexural y de la zona del pañal.
- Las lesiones pueden adoptar una morfología anular o serpinginosa y el fenómeno isomórfico o de Koebner es frecuente.
- El prurito es un síntoma habitual, al existir un cierto solapamiento con el eccema.
- Las alteraciones ungulares son menos frecuentes en los casos de psoriasis en niños.
Diagnóstico de la psoriasis en niños
Es fundamentalmente clínico y se basa en la morfología y distribución de las lesiones, aunque la existencia de antecedentes familiares también puede apoyar el diagnóstico. En casos dudosos, se realizará una biopsia cutánea lesiónala para un estudio histopatológico.