La salud de nuestro corazón no debería ser un tema que ignoremos hasta que sea demasiado tarde. Por el contrario, debemos tomar un papel activo en la protección de nuestro órgano vital, no solo por nuestro bienestar individual, sino también para aliviar la carga que estas enfermedades imponen a nuestro sistema de salud y a nuestras familias.
Es escalofriante este dato: cada siete minutos una persona en México se convierte en víctima de las enfermedades cardiovasculares, cobrándose así la vida de más de 200 mil compatriotas cada año. Estas alarmantes estadísticas nos llevan a reflexionar sobre la necesidad urgente de abordar este problema de salud pública en nuestro país.
Las enfermedades cardíacas, encabezadas por el ataque al corazón, las enfermedades cerebrovasculares y la hipertensión, continúan su reinado como la causa número uno de muerte en México. Esta tendencia, sin duda, debe cuestionar nuestras prioridades en materia de salud y estilo de vida. ¿Qué estamos haciendo para revertir esta triste realidad?
Mantener un estilo de vida saludable se presenta como un baluarte en la lucha contra las complicaciones cardíacas. Empero, no debemos subestimar el poder de nuestras elecciones diarias en lo que respecta a la salud del corazón. Una dieta balanceada, el control del consumo de tabaco y alcohol, la incorporación de actividad física en nuestra rutina, además de un seguimiento constante de enfermedades crónicas, como la diabetes y la obesidad, son pasos vitales que todos podemos tomar.
En el Día Mundial del Corazón, la doctora Dara Fuentes Armenta, líder Médico del Portafolio de Cardiología en Pfizer México, recuerda que las enfermedades cardiovasculares tienen dos tipos de factores de riesgo: aquellos que no podemos cambiar, como la genética y aquellos sobre los que tenemos un control directo. Es justo en este último grupo donde podemos marcar la diferencia.
Fuentes hace hincapié en la importancia de no ignorar los signos de alarma y acudir al médico ante cualquier sospecha. A menudo, enfermedades como la hipertensión pueden pasar inadvertidas, lo que lleva a un diagnóstico tardío y, en última instancia, a consecuencias devastadoras.
Es preocupante saber que en todo el mundo casi la mitad de los adultos con hipertensión arterial desconocen su condición, además de que solo una minoría logra controlarla de manera efectiva.
Esto convierte a la hipertensión en una de las principales causas de muerte prematura a nivel global. Un seguimiento médico regular puede cambiar esta realidad.
Si bien la prevención primaria es la estrategia ideal, quienes ya viven con enfermedades cardíacas no están exentos de tomar medidas preventivas. La atención continua a la salud, la gestión de factores de riesgo y la adopción de un estilo de vida saludable son prácticas esenciales para mitigar el riesgo de futuros episodios cardíacos.
La salud de nuestro corazón no debería ser un tema que ignoremos hasta que sea demasiado tarde. Por el contrario, debemos tomar un papel activo en la protección de nuestro órgano vital, no solo por nuestro bienestar individual, sino también para aliviar la carga que estas enfermedades imponen a nuestro sistema de salud y a nuestras familias.
En última instancia, la elección está en nuestras manos: vivir de manera saludable y proactiva o enfrentar las devastadoras consecuencias de las enfermedades cardíacas. La decisión parece clara. La pregunta es: ¿qué camino elegiremos?
Estetoscopio
A los mexicanos solo nos quedan dos opciones: o resignarnos a la vacuna anti Covid que el gobierno decida, mediante la ideología e intereses, como la cubana Abdalá o la rusa Sputnik, o bien, de tener la posibilidad económica, elegir una bivalente, como la de Pfizer o ModeRNA, para nuestra mejor protección. ¿Usted qué haría?
Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales.