El 5% de la población mundial vive con alguna discapacidad auditiva (como la sordera), según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto se traduce en 466 millones de personas, de las cuales 34 millones son niños y niñas.
En el planeta, 1 de cada 10 personas vivirá con pérdida en la audición para el año 2050 si no se toman las medidas de prevención necesarias y esto afectará a 900 millones de personas. La OMS también calcula que los casos desatendidos de pérdida en la audición representan un costo anual de 750 mil millones de dólares.
En México más de 2,3 millones de personas padecen sordera
Respecto a México, en torno a 2,3 millones de personas padecen discapacidad auditiva. De esta cifra, el 50 por ciento son mayores de 60 años; poco más del 30 por ciento tienen entre 30 y 59 años y cerca del 2 por ciento son niños y niñas.
La Secretaría de Salud, a través de sus unidades médicas, brinda servicios preventivos, de diagnóstico y atención integral especializada para cualquier alteración auditiva, así como rehabilitación para mejorar la comunicación y la integración social de las personas que viven con sordera.
El INR es una unidad de alta especialidad en atención auditiva
Una de las unidades de alta especialidad en atención auditiva es el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, que es el centro médico que cuenta con el área más grande en atención a la salud auditiva y de problemas de comunicación, además del servicio de terapia de comunicación humana para la rehabilitación.
Francisco Alfredo Luna Reyes, jefe de la División de Audiología y Otoneurología en el INR, ha explicado que, “durante la pandemia de SARS-CoV-2, al menos 967 pacientes de primera vez fueron valorados, de los cuales 37 presentaron daño auditivo relacionado con COVID-19. En este instituto, antes de la pandemia se atendían al año, aproximadamente, 6 mil personas de primera vez por problemas relacionados con la sordera”.
Los antecedentes familiares de sordera, edad avanzada, exposición a sonidos intensos o a música con alto volumen son las principales causas de problemas de audición. Otros factores de riesgo son la hipertensión arterial sistémica, enfermedades infecciosas virales como la varicela, rubeola o sarampión, diabetes mellitus, uso de algunos medicamentos, infecciones del oído medio y traumatismos craneoencefálicos.