El linfoma es un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático y aparece en cualquier órgano. Aunque a priori puede parecer preocupante, hasta el 98 por ciento de los casos son curables si se realiza una detección oportuna y tratamiento adecuado. El éxito en el tratamiento depende del conocimiento de la enfermedad, reconocer los síntomas y un diagnóstico oportuno.
En México, el linfoma es el sexto cáncer más común, tras el tumor de mama, cérvicouterino, pulmón, próstata y colon. Aunque el tratamiento es costoso y prolongado, permite que sea potencialmente curable. Respecto al tipo de linfomas que existen, se pueden encontrar 42 diferentes, agrupándose en linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodking.
¿Qué síntomas presenta el paciente de linfoma?
Si quieres saber cuáles son los síntomas que presenta este tipo de paciente, se pueden destacar los siguientes:
- Crecimiento de uno o varios ganglios en las axilas, ingle o cuello.
- Pérdida de peso notoria.
- Sudoración excesiva y fiebre (sobre todo en la tarde-noche).
- También pueden aparecer síntomas propios de los órganos a los que afecta.
Principales tratamientos
La gran mayoría de informas se tratan a través de quimioterapia de combinación, aplicada en hospitales de alta especialidad. Se pueden destacar algunos como:
- Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
- Hospital General de México.
- INCan.
Para la curación de los pacientes con linfoma, es fundamental un diagnóstico oportuno. Como ya hemos dicho, el 98 por ciento de los linfomas que se detectan en etapa inicial (que se identifica con el número 1), son curables. En la etapa dos, se curan el 80% de casos; en la etapa 3, entre el 70 y el 75 por ciento y en la etapa 4, la tasa de curación es inferior al 50 por ciento.