- Este “método” surgió como una opción para transformar a las personas homosexuales, lesbianas o bisexuales en heterosexuales.
- Para cumplir con su objetivo emplea abusos físicos, psicológicos y sexuales, además de técnicas como la electrocución, la medicación forzada, el aislamiento, el confinamiento, las injurias y la humillación.
- Dentro de las pocas naciones en donde la terapia de conversión es ilegal se encuentran Canadá, Brasil, Ecuador, España, Alemania, Francia, Malta y Nueva Zelanda.
Mientras el mundo avanza en muchos aspectos también hay otros en los que persiste un estancamiento. Un claro ejemplo se puede apreciar con la terapia de conversión porque a veces de las constantes quejas que recibe sólo en un puñado de países está catalogada como ilegal. Por lo mismo, de manera permanente hay múltiples colectivos en defensa de los derechos humanos que buscan un cambio notorio.
Cuando se piensa en represión sexual se piensa que es un tema del pasado porque hoy existe una apertura y respeto total. En realidad no es así e incluso las naciones más avanzadas a nivel tecnológico mantienen algunas prácticas catalogadas como anticuadas y perjudiciales contra la salud.
¿Se puede cambiar la orientación sexual de una persona?
Antes de avanzar es necesario empezar por los conceptos generales. La terapia de conversión abarca todas las intervenciones que tienen como objetivo modificar la orientación sexual de una persona o su identidad de género. Este “método” surgió como una opción para transformar a las personas homosexuales, lesbianas o bisexuales en heterosexuales.
Por su parte, este tipo de tratamientos también se suele llevar a cabo con personas trans o de un género diverso/diferente a cisgénero. Al final, el principio básico es acabar con la diversidad sexual.
Ahora bien, para llevar a cabo esta “modificación” se utilizan métodos basados en abusos físicos, psicológicos y sexuales. También se emplean técnicas como la electrocución, la medicación forzada, el aislamiento, el confinamiento, las injurias y la humillación para tratar de obtener la conversión.
Con esto en mente, de forma constante se denuncia que la terapia de conversión en realidad es un método moderno de tortura. No sólo se enfoca en responsabilizar a las personas por tener una orientación sexual distinta a la convencional sino que muchas veces las personas desarrollan serios problemas psicológicos. Mientras que en casos severos incluso pueden conducir al suicidio.
De igual forma, hay autoridades como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que afirma que los supuestos servicios de “curación” de personas con orientación sexual no heterosexual carecen de justificación médica.
¿En dónde es ilegal la terapia de conversión?
A partir de todo lo mencionado arriba se podría pensar que en la mayoría del planeta no están permitidos estos tipos de tratamientos. El inconveniente es que en realidad ocurre todo lo contrario. De acuerdo con la International Lesbian Gay Bisexual Trans and Intersex Association (ILGA), dentro de las pocas naciones en donde la terapia de conversión es ilegal se encuentran Canadá, Brasil, Ecuador, España, Alemania, Francia, Malta y Nueva Zelanda.
Al mismo tiempo hay otros como Australia, México y Estados Unidos en donde sólo hay restricciones regionales pero no se aplican a nivel nacional.
En tanto que en el resto de países la terapia de conversión es legal y se lleva a cabo con frecuencia a pesar de todos los riesgos que implica para la salud física y mental.
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