- En México apenas el 28% de los niños menores de seis meses se alimentan de manera exclusiva con leche materna.
- Una de las complicaciones que enfrentan las mujeres para continuar con la lactancia materna es tener que regresar a sus centros de trabajo.
- Las empresas que apoyan la lactancia reducen hasta 50% el ausentismo laboral por cuestiones de salud durante el primer año de vida del bebé.
A lo largo de los años, la sociedad ha avanzado hacia la inclusión y el reconocimiento de los derechos de las mujeres trabajadoras, incluido el derecho a la lactancia materna. Al mismo tiempo, es una realidad que esta práctica se encuentra en uno de sus niveles más bajos desde que se lleva registro.
Aunque lactar podría parecer una actividad que solo incluye a la mamá y el bebé, va más allá. De acuerdo con Estefanía Rodríguez, Asesora Certificada de Lactancia de Boppy, una clave fundamental para alcanzar una lactancia exitosa es el apoyo que rodea a la madre, y esto incluye a la familia, la pareja y el espacio de trabajo.
“El respaldo emocional y práctico que recibe una madre lactante es esencial para que se sienta confiada y segura en su decisión de amamantar mientras trabaja. La presencia de un ambiente comprensivo y solidario no solo beneficia a la madre, sino que también impacta positivamente en la salud y bienestar del bebé”.
El primer alimento que deben recibir todos los bebés
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los bebés se alimenten con leche materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses y de forma complementaria, junto con otros alimentos, hasta los dos años o más, la Encuesta Nacional de Salud realizada en 2018 indica que, en México, el 28% de los niños menores de seis meses se alimentan de manera exclusiva con leche materna. Mientras que sólo el 10.8% de las mamás que trabajan fuera de casa logran amamantar a su bebé en esta etapa.
“Cuando la madre regresa a trabajar, la lactancia materna enfrenta nuevos desafíos, tanto para la mamá como para el bebé, por ello, es crucial reconocer que este periodo de transición requiere apoyo, comprensión y flexibilidad ya que la madre puede experimentar estrés y fatiga al equilibrar su rol de trabajadora y lactante, mientras que el bebé puede sentir la separación emocional durante las horas laborales. Sin embargo, con el apoyo adecuado en el entorno laboral y el hogar, es posible superar estos obstáculos y mantener una lactancia exitosa y beneficiosa para ambos”.
Beneficios para la mamá trabajadora y las empresas
Apoyar la lactancia materna en el trabajo es fundamental para promover la salud y el bienestar de las madres como de los bebés. Con esto en mente, te compartimos los principales beneficios que ofrece dentro del ámbito laboral.
- Recuperación: Aunque se estima que el proceso de recuperación por una cesárea o parto es de aproximadamente 6 semanas, se sabe que la lactancia materna ayuda al útero de la madre a volver a su tamaño normal más rápidamente después del parto, ya que puede reducir el riesgo de hemorragia posparto y ayudar en la recuperación. Por ello, es importante continuar con la lactancia cuando la mamá regresa a trabajar tras su licencia de maternidad.
- Reducción del riesgo de enfermedades: Las madres que amamantan tienen un menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, como cáncer de mama y ovario, así como de osteoporosis en el futuro.
- Vínculo emocional: La lactancia materna fortalece el vínculo emocional entre la madre y el bebé, lo que contribuye a un mayor apego y bienestar emocional de ambos.
- Reducción del estrés: Durante el acto de amamantar, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad en la madre, por ello continuar con la lactancia en el espacio laboral les ayudará a sentirse más tranquilas y enfocadas en su trabajo.
- Menos ausentismo: La lactancia materna fortalece la salud de la mamá y el bebé, y se ha comprobado que una empresa que apoya la lactancia reduce 50% el ausentismo laboral por cuestiones de salud durante el primer año de vida del bebé, lo que también reduce los gastos médicos mayores y fomenta una cultura de salud.
La combinación de las responsabilidades laborales y la demanda de la lactancia puede generar estrés y fatiga en la madre, además de que el cansancio y la presión pueden afectar en la producción y percepción de la experiencia de la lactancia.
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