- Gracias al uso de algoritmos es posible analizar miles de expedientes clínicos en apenas unos segundos.
- El uso excesivo e inadecuado de la Inteligencia Artificial dentro del campo de la salud puede afectar tanto a médicos como a pacientes.
- La UNESCO recomienda utilizar las herramientas digitales con moderación y de manera responsable para inhibir su uso malicioso o con fines que fomenten la desigualdad o divisiones.
La Inteligencia Artificial es una herramienta que llegó para quedarse y cada vez es más utilizada dentro del campo de la salud. Algunos de sus aspectos positivos son que permite ofrecer diagnósticos más seguros, reducir tiempos para la creación de medicamentos y mejorar el control de pacientes crónicos. Además está en apogeo y de acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina, para el año 2025 podría alcanzar un valor global de 36 mil millones de dólares.
Aunque el sector tiene un crecimiento prometedor, existen diversos riesgos con algunas herramientas que utilizan la Inteligencia Artificial para el análisis o capacidad de diagnóstico de enfermedades. Todo parte de que sus sistemas no comprobados podrían inducir a errores por parte del personal de salud o causar daños a los pacientes.
“En el caso de los laboratorios, la adopción de la Inteligencia Artificial contribuye a automatizar tareas. A la vez, existe un gran reto de que los algoritmos aprendan y mejoren su rendimiento para cumplir de forma eficiente estas labores. En este sentido, se requieren de grandes cantidades de datos para su entrenamiento adecuado porque si la información es escasa o imprecisa se generan resultados inexactos o poco confiables”, explica Tamara Chayo, CEO y Founder de MEDU Protection.
Efectos negativos que se deben evitar
Aunque la Inteligencia Artificial desempeña un papel fundamental en la vida de millones de personas, recientemente la UNESCO publicó una recomendación que tiene el objetivo de promover esta herramienta digital de manera responsable, inhibiendo su uso malicioso o con fines que fomenten la desigualdad o divisiones.
A partir de lo anterior, existen tres riesgos en el uso de la Inteligencia Artificial dentro del sector de la salud y los cuales los laboratorios deben tomar en cuenta. El objetivo es contar con alternativas para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos potenciales.
Dependencia excesiva
Una dependencia excesiva de la Inteligencia Artificial también puede representar un riesgo cuando los sistemas fallan o se vuelven inaccesibles. Con esto se generan contratiempos en las compañías y los colaboradores que dependen de la tecnología para realizar tareas imprescindibles como la atención de pacientes.
Aunque es una herramienta muy útil, todavía tiene limitantes y puede cometer errores en tareas que son realizadas por personal humano. Un buen uso conlleva una supervisión constante de los resultados que la tecnología nos propone a fin de inhibir diagnósticos incorrectos.
Sesgos en la información
En un laboratorio, los algoritmos pueden verse afectados por sesgos en los datos utilizados para entrenarlos, lo cual puede llevar a decisiones médicas parciales en tratamientos o diagnósticos.
En este contexto, es importante que, a la par de los trabajos realizados con herramientas tecnológicas se realice una validación clínica y se comparen los resultados de los sistemas con estándares de referencia establecidos para garantizar su eficacia y seguridad.
“Si estos sesgos no se abordan adecuadamente, los sistemas de IA pueden amplificar la discriminación en las decisiones clínicas. Por ejemplo, en el caso de las enfermedades, si los datos son sesgados el sistema puede dar resultados inexactos para el tratamiento de padecimientos”, explica la CEO de MEDU Protection.
Privacidad y seguridad de los datos
Los laboratorios clínicos manejan una gran cantidad de datos confidenciales de los pacientes, incluyendo resultados de pruebas médicas. Si los sistemas de IA no están debidamente protegidos existe el riesgo de que la información sea robada, filtrada o mal utilizada. En este sentido la privacidad de los pacientes debe ser un asunto prioritario que conlleve a contar con medidas de seguridad sólidas para garantizar su debido manejo.
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