La psoriasis es una de las patologías más incómodas que existen. El componente estético a muchos les causa trastornos. Cada vez existe más conciencia sobre la existencia de esta patología y queremos mostrarte algunos de los tratamientos que existen hoy en día para frenarla.
Los tratamientos para psoriasis deben ser personalizados
Esta es una enfermedad crónica que puede aparecer sobre la piel de todo o casi todo el cuerpo. No tiene cura, aunque los avances médicos están ayudando mucho a frenar su evolución y a hacer más llevaderos los síntomas y lograr que los períodos de remisión sean cada vez más largos.
La localización de la psoriasis es variada y existen diferentes tipos y grados. Esto hace básico que sea el dermatólogo quien te proporcione un tratamiento personalizado, según tus propias necesidades. En cuanto a tratamientos, los tres tipos de terapias que existen son las siguientes:
- Farmacológica: son medicamentos que se toman por vía oral y actúan dentro del cuerpo.
- Fototerapia: es un tipo de tratamiento basado en la exposición controlada a luz ultravioleta.
- Sustancias de uso tópico: aquí entrarían los champús, cremas y lociones, por ejemplo.
Llevar una vida saludable también es fundamental
El uso de la terapia prescrita por el médico es fundamental, pero el paciente juega un papel fundamental en la evolución de esta patología. Es recomendable, por tanto, llevar un estilo de vida saludable, ya que esto te puede ayudar a prevenir los brotes causados por estrés. Dentro de esta forma de vida, algunos de los consejos que puedes seguir son los siguientes:
- Evitar el consumo de carnes grasa.
- Aumentar la ingesta de frutas y vegetales.
- Beber mucha agua.
- Evitar hábitos nocivos como el alcohol o el tabaco.
Lo que sí debes tener en cuenta es que, sea cual sea el grado de psoriasis que sufras, el tratamiento requiere de mucha paciencia, fuerza de voluntad y tenacidad. Esto es primordial saberlo, ya que no es una patología que te pueda incomodar físicamente nada más, sino que puede causar un fuerte impacto emocional y psicológico, de ahí que tu actitud sea algo totalmente necesario.