- El cambio de clima cada vez es más comunes en todo el mundo y dentro de los más perjudicados se encuentran los pacientes con asma.
- En México se estima que el 7% de la población padece asma.
- Entre el 20 y el 73% de las personas no cuentan con un diagnóstico adecuado de la enfermedad.
Si algo se ha observado alrededor del planeta es la modificación en las estaciones. Ahora los veranos son más calurosos y los inviernos más gélidos. El cambio de clima es más perjudicial de lo que algunos piensan porque quienes más sufren son las personas que padecen enfermedades como el asma.
Cambio climático, ¿uno de los responsables?
En ese tenor, cada vez son más las organizaciones internacionales que alzan la voz. Tan solo en el 2019 la Asociación Médica de Australia (AMA) declaró formalmente que el cambio climático era una emergencia de salud mundial.
Aunque no se trata de un caso aislado porque de forma previa otros organismos internacionales mostraron posturas similares. Lo mismo ocurrió con la Asociación Médica de Estados Unidos y el Colegio de Estados Unidos de Médicos porque lo reconocieron como una emergencia de salud.
Cambio climático y asma, ¿cómo se relacionan?
La primavera, por ejemplo, trae consigo hechos naturales como la polinización de las plantas y árboles, así como un cambio de clima constante entre húmedo y cálido. Esta situación puede ocasionar que las personas confundan algunas enfermedades respiratorias, como el asma, con una alergia estacional.
Para poner en contexto, se estima que en México al menos el 7 por ciento de la población tiene asma. Además es un número que va en aumento debido al subdiagnóstico del padecimiento. De hecho, de acuerdo con estudios realizados, se sabe que entre el 20 y el 73 por ciento de las personas no cuentan con un diagnóstico adecuado para el control de su enfermedad. Al final conlleva que entre el 5 y 10 por ciento de los pacientes evolucionen a una fase grave.
El asma no tiene cura pero sí se puede controlar
El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que depende de varios factores de riesgo, tanto genéticos como ambientales. Puede presentarse en episodios recurrentes de síntomas que son causados por la inflamación, la cual obstaculiza el paso del aire y provoca dificultad para respirar.
Son estas personas, en especial quienes no cuentan con un diagnóstico y un correcto apego al tratamiento, quienes más se pueden ver afectados por los cambios de estación. Mientras que en invierno el aire frío y seco puede desencadenar una crisis asmática, en primavera, los niveles de polén y contaminación también pueden afectar sus vías respiratorias.
Las cuatro pautas para controlar el asma y recomendado para quienes padecen de esta enfermedad son:
- Identificar y evitar en lo posible el contacto con los desencadenantes del asma.
- Controlar el asma para reconocer las señales cuando éste empeora.
- Saber qué hacer cuando el asma empeora.
- Apegarse al tratamiento recomendado por su médico.
Asistir con un especialista ante la presencia de cualquiera de los síntomas es la única manera de recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado que permita desarrollar las actividades diarias de forma normal. Dependiendo del tipo de asma diagnosticado y su severidad, los médicos podrán considerar el uso de distintos tipos de tratamientos que van desde corticosteroides inhalados hasta medicamentos biológicos que les ayude a su paciente llevar el control de su enfermedad.
También lee:
OMS lanza una alerta: “El cambio climático puede afectar la salud mental”
Cambio climático provocaría la peor epidemia de dengue de la historia