La pandemia que hemos vivido y la creciente inquietud por evitar contagiarnos de COVID-19, ha hecho también que crezca la inquietud de querer reforzar nuestro sistema inmune. La inmunidad del cuerpo está formada por un conjunto complejo de piezas que actúan en sinergía para defendernos de las agresiones tanto externas como internas.
Este gran ejército de células como macrófagos, linfocitos, enzimas, reacciones en cadena, etc. actúan como barrera y están siempre preparados para luchar frente a estos virus, parásitos, bacterias y hongos no deseados, que se empeñan en convivir con nosotros y que son los causantes de enfermedades.
Un buen descanso, practicar ejercicio físico, una buena salud mental y una alimentación variada y equilibrada, son pilares fundamentales para mantener el sistema inmune fuerte. Si alguno de estos pilares falla, el sistema de defensa de nuestro organismo se verá debilitado y serás más propenso a contagiarte o caer enfermo.
Por ejemplo, se ha demostrado que las personas que presentan desnutrición tienen un riesgo mayor de padecer infecciones y más fallos del sistema inmunitario. Esto es debido a que existe una deficiencia en ciertos nutrientes que juegan un papel fundamental en el sistema inmune y son imprescindibles para la producción de estas células, sustancias y enzimas responsables de batallar y protegernos.
En la dieta, se han identificado numerosos componentes que tienen una acción inmunoestimuladora. Esto significa que potencian el sistema inmune. Pero, ¿cuáles son los nutrientes que tienen estas propiedades y en qué alimentos los encontramos?
Vitaminas liposolubles, esenciales para reforzar el sistema inmune
Estas ayudan a la correcta diferenciación de los tejidos que participan en los sistemas de defensa y a estimular la producción de células indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmune como anticuerpos, leucocitos, etc. La zanahoria, el boniato, el queso y los vegetales de hoja verde son fuente vitamina D. La vitamina E se encuentra en los aceites vegetales, frutos secos, aguacate y tomate. Por otra parte, la vitamina D la podemos encontrar en pescados grasos como el atún, la caballa y el salmón y también en huevos y lácteos.
Minerales
Entre ellos el cobre, selenio, zinc e hierro, que tienen un impacto directo en la proliferación de las células del sistema inmune y los diferentes tipos de anticuerpos.
Vitaminas hidrosolubles también son esenciales para reforzar el sistema inmune
Entre las más destacables están la B6, folato, B12 y C y realizan numerosas funciones que regulan la respuesta inmunitaria del organismo frente a posibles ataques externos como virus o bacterias. La B12 está presente en alimentos de origen animal como carne, pescado y huevo. La vitamina C destaca en el brócoli, pimiento, cítricos y perejil. Por su parte, el folato se encuentra en legumbres y vegetales de hoja verde y, por último, son ricos en vitamina B6 los granos enteros, la carne y las legumbres.
Así que no te olvides de incorporar estos alimentos en tu día a día, ya que hay una importante relación entre el sistema inmune y la alimentación.