Hay momentos del año, como por ejemplo la Navidad o unas vacaciones, en los que las comidas copiosas son absolutas protagonistas. Es por eso por lo que es recomendable siempre cuidar nuestra alimentación. Aunque no lo creas, el colesterol también se puede ver influenciado por el estrés y te vamos a contar cómo.
El colesterol es una sustancia necesaria para la vida y se encarga de producir hormonas, vitaminas y constituir células sanas en nuestro organismo. El perjudicial es el llamado LPD, el cual se puede acumular en las paredes de las arterias ocasionando graves problemas de salud. Así que si no sigues hábitos de vida saludable puedes ser susceptible de desarrollar altos niveles de colesterol.
Aunque muchos no lo creen, el estrés tiene un alto impacto en el colesterol; sobre todo el conocido como estrés crónico, que es un estado mantenido de nervios o ansiedad y no son episodios puntales.
El estrés crónico aumenta el colesterol de dos formas
El estrés crónico puede aumentar el colesterol de dos formas. En primer lugar, el grave impacto que tiene este estado de ánimo en nuestra vida da lugar a cambio de hábitos, ya que al estar nerviosos, solemos incrementar el consumo de alimentos no saludables y el estilo de vida se vuelve más sedentario. En segundo lugar, el estrés también estimula hormonas como el cortisol y la adrenalina, debido al estado de tensión en el que nos encontramos. Esto, a su vez, libera otro tipo de sustancias que aumentan los niveles de colesterol malo en el largo plazo.
Es por todo ello por lo que es muy importante reconocer y diferenciar cuándo vivimos una situación concreta que nos genera estrés y cuándo llevamos mucho tiempo manteniendo un alto nivel de ansiedad y nervios. Esto se puede deber a circunstancias cotidianas como el trabajo, relaciones de pareja o preocupaciones económicas.
Algunas pautas a seguir en tu día a día
Así que lo fundamental para que no incrementen tus niveles de colesterol es intentar erradicar el estrés diario y evitar que se convierta en una sensación persistente. Es por eso, por lo que puedes seguir una serie de recomendaciones como son las siguientes:
- Buscar técnicas de planificación que te ayuden a llevar rutinas más ordenadas.
- Cuidar tu alimentación.
- Realizar ejercicio físico.
- Practicar ejercicios de relajación o meditación.
- Controlar el tiempo que pasas conectado a los dispositivos móviles.
- Buscar apoyo y distracción en familiares y amigos cercanos.
Y tú, ¿conocías los efectos negativos que tiene el estrés en tus niveles de colesterol? ¿Qué haces para intentar frenarlo en tu día a día?