- Se estima que el 1% de los mexicanos padecen enfermedades tiroideas.
- Mientras que a nivel mundial al menos 750 millones de personas sufren de esta patología.
- Las mujeres embarazadas tienen mayor posibilidad de presentar hipotiroidismo o hipertiroidismo.
¿Sabías que el cuerpo humano tiene un órgano en forma de mariposa? Se trata de la tiroides, una pequeña glándula que se encuentra en la parte inferior del cuello, arriba de la clavícula. Produce dos tipos de hormonas tiroideas: la T4 (Tiroxina, formada con yodo, la cual ayuda a controlar el crecimiento y el desarrollo) y la T3 (Triyodotironina, fundamental para el correcto funcionamiento del organismo como el ritmo cardíaco y la temperatura.
¿Por qué este pequeño órgano es tan importante?
La respuesta es sencilla: porque es quien se encarga de regular el metabolismo. Con esto se refiere a todo lo que sucede y no se percibe a simple vista, por ejemplo, el crecimiento del cabello, el movimiento del intestino, la secreción de sustancias en el cerebro que mantienen una estabilidad en el cuerpo. Mientras que en el caso de las mujeres el mejor ejemplo es el periodo menstrual.
Otros órganos que trabajan en conjunto con la tiroides
En primer lugar no se manda sola porque el cerebro la controla. Atrás de la nariz hay una glándula muy pequeña que se llama hipófisis y es quien le manda la señal para que produzca las hormonas. Esta misma señal regresa al cerebro a través de la hormona TSH.
Y la hormona TSH es…
Es la hormona estimulante de la tiroides que hace que se produzcan las hormonas T3 y T4. Si esta hormona se produce en exceso o de forma escasa, entonces hay un problema en la tiroides. Esto se puede saber haciendo un estudio de sangre en donde se reflejen estos valores.
Las dos enfermedades de un mal funcionamiento de la tiroides
- Hipotiroidismo: la tiroides trabaja de menos. Es el padecimiento más frecuente.
- Hipertiroidismo: la tiroides trabaja de más.
“La gran simuladora”: Muchos síntomas para una sola enfermedad, el hipotiroidismo
Los síntomas que se pueden presentar son fáciles de detectar en las mujeres porque tienen alteraciones en su ciclo menstrual. Les baja varias veces al mes o tienen su periodo cada tres meses. Existen otras alteraciones frecuentes como: cansancio, caída del cabello, trastornos del sueño, aumento del peso.
Esta enfermedad es llamada “la gran simuladora” porque puede confundirse con otras enfermedades debido a que presenta hasta 100 síntomas diferentes.
De mitos a realidades
Las enfermedades tiroideas son:
- Enfermedades autocontrolables, lo cual no es cierto, ya que requieren tratamiento con fármacos y los pacientes no quieren recibirlo porque es de por vida. En algunos casos, optan por tomar minerales como: zinc, selenio, magnesio porque creen que con eso van a regular la tiroides. No es así, para lograrlo hay que tener un tratamiento farmacológico y no suspenderlo sin supervisión médica ni intercambiarlo por multivitamínicos.
- Alimentación especial: no hay evidencia científica que indique que se tengan que comer ciertos alimentos para mejorar la tiroides o que la afecten, sin embargo, los alimentos ricos en yodo podrían ser benéficos.
- Ejercicio físico: no hay algún tipo de ejercicio en específico que ayude a mejorar esta enfermedad. Lo que sí se recomienda es no hacer actividades físicas intensas hasta que la enfermedad esté controlada a través de un tratamiento.
- El tratamiento siempre es el mismo. Si bien el tratamiento es crónico o “de por vida”, la dosis que indica el médico debe monitorearse y ajustarse. Practicar estudios regulares de la función tiroidea es recomendable para que el especialista tome la decisión de mantener o modificar el tratamiento.
- Todos los tratamientos son iguales. Antes de decidir “auto cambiar el tratamiento que el médico indicó, es importante que se consulte con el médico. Los genéricos e inclusive las marcas entre sí, son diferentes y podrían alterar las cifras de control en el perfil tiroideo.
¿Cómo diagnosticar una enfermedad tiroidea?
Lo ideal sería hacer una prueba de TSH en la sangre, pero dentro del esquema de estudios básico no se solicita, puesto que se priorizan otras enfermedades. El médico general y el familiar (o el médico que no es especialistas en tiroides) pide un perfil tiroideo. Los endocrinólogos solicitan la prueba TSH, ya que no le preguntan a la tiroides cómo está, se lo preguntan directamente al cerebro.
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