- Las principales causas de la Enfermedad Renal Crónica son la diabetes y la hipertensión arterial.
- Uno de los principales problemas es su diagnóstico tardío debido a la ausencia de síntomas en las etapas tempranas.
- Se estima que cada año fallecen alrededor de 80 mil personas en México por esta condición.
El segundo jueves de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón. Con esta fecha se busca hacer conciencia entre la población acerca de problemas como la Enfermedad Renal Crónica. Estudios recientes afirman que alrededor de 850 millones de personas en el mundo padecen esta condición.
Panorama actual en México
Por su parte, la Secretaría de Salud (SSa) menciona que en nuestro país tiene una prevalencia del 12.2% y una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes. Con esto se obtiene que al menos hay 6.2 millones de pacientes que tienen comprometida su calidad de vida.
9 de marzo I Día Mundial del #Riñón
Los riñones tienen una función básica para nuestro cuerpo: filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre.
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Las principales causas de la enfermedad renal crónica son la complicación por diabetes mellitus (48.5%) y la hipertensión arterial (19%). Ambas prevalecen y, desafortunadamente, proliferan en nuestro país.
La diabetes ha sido catalogada como un problema grave para el sistema de salud mexicano debido a la gran carga económica en la que incurren los pacientes e instituciones. Aproximadamente una de cada seis personas la padecen, sumando casi 14 millones de afectados. La Federación Internacional de la Diabetes pronostica que para 2045 este número podría incrementarse un 24%.
Hoy en día al menos 6.2 millones de mexicanos con diabetes viven con insuficiencia renal en sus distintas etapas. La Enfermedad Renal Crónica no aparece en el cuerpo humano de un momento a otro sino que, como su nombre lo indica, se incrementa de manera gradual. La mayoría de las personas en los primeros estadios de la enfermedad no presentan síntomas, así que es posible que ni siquiera sepan que la padecen.
Formas de prevenir la enfermedad
Para esta enfermedad, existen tres niveles de prevención. La etapa primaria implica intervenir antes de que ocurran los efectos en la salud en un esfuerzo por prevenir la aparición de la Enfermedad Renal Crónica. La etapa secundaria sugiere medidas preventivas que conducen a un diagnóstico temprano y un tratamiento rápido para evitar el desarrollo de problemas más graves. Finalmente, la etapa terciaria indica el manejo de la enfermedad después de que esté bien establecida para controlar la progresión de la enfermedad y la aparición de otras complicaciones.
Este padecimiento genera una acumulación de desechos en la sangre. Incluso podría desencadenar otros factores de riesgo altamente relacionados con condiciones de mortalidad en pacientes con diabetes, como la presión arterial alta, anemia y debilidad ósea por una alteración en el metabolismo mineral, la cual puede corregirse en pacientes con diálisis con un agente regulador de la hormona paratiroidea.
Existen diversas recomendaciones para mejorar la salud de los riñones, tales como: mantenerse en forma y realizar actividad física, mantener un control regular de los niveles de glucosa en sangre. También monitorear constantemente la presión arterial, comer saludablemente y mantener el peso corporal bajo control, mantener una ingesta de líquidos saludables, no fumar, no automedicarse y checar la función renal si se tiene uno o más factores de alto riesgo.
“La enfermedad renal crónica evoluciona debido a que los riñones dañados no pueden filtrar la sangre adecuadamente y no pueden hacer sus funciones de manera correcta. Desafortunadamente este padecimiento desencadena otras complicaciones como la anemia, que es uno de los problemas más frecuentes en pacientes con ERC, ya que los riñones son los responsables de producir una hormona llamada eritropoyetina, misma que indica al cuerpo que produzca glóbulos rojos”, indica el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.
En la anemia por Enfermedad Renal Crónica el tratamiento consiste principalmente en terapia suplementaria de hierro y factores estimulantes de la eritropoyesis, que ayudan a que el cuerpo produzca glóbulos rojos al estimular su formación por el mismo mecanismo por el cual la eritropoyetina lo hace en el cuerpo.
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