- Un nuevo estudio plantea que el componente bacteriano del microbioma es un indicador importante para la detección temprana del cáncer de ovario.
- Este tipo de tumor es hasta tres veces más letal que el de mama.
- El principal motivo es porque entre el 70 y 80% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas.
Los tumores se mantienen dentro de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. El principal inconveniente es que la mayoría de los casos son identificados en etapas avanzadas. Cuando eso ocurre las probabilidades de curación disminuyen y además las opciones de tratamiento son mínimas. Con esto en mente, ahora toca el turno para hablar del cáncer de ovario y una prueba bastante reciente para su detección temprana.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Mayo Clinic dio a conocer nuevos hallazgos que refuerzan las pruebas de que el componente bacteriano del microbioma (una comunidad de microorganismos que incluye virus, hongos y levaduras) es un indicador importante para la detección temprana. Por lo mismo, sería de utilidad para la detección del cáncer de ovario.
¿Cómo funciona?
Según un nuevo estudio del Centro de Medicina Personalizada en Mayo Clinic, se suele hallar una colonización específica de microbios en el aparato reproductor de las mujeres con este tipo de tumor. Este descubrimiento, publicado en la revista Scientific Reports, refuerza las pruebas de que el componente bacteriano del microbioma (una comunidad de microorganismos que incluye virus, hongos y levaduras) es un indicador importante para la detección temprana, el diagnóstico y el pronóstico.
“Además, determinamos un patrón bien definido que muestra que las mujeres con cáncer de ovario en etapa inicial tienen una acumulación mucho mayor de los microbios patogénicos en comparación con las mujeres con enfermedad en etapa tardía”, dice la Dra. Abigail Asangba, una investigadora del microbioma del Centro de Medicina Personalizada.
Agregó que en las etapas tardías la cantidad de microbios disminuye. Por lo tanto, esta clara señal podría ayudar a diagnosticar a las mujeres de forma temprana y salvar vidas. Plantea que sería de un modo similar a la prueba de Papanicolaou no invasiva que se utiliza para detectar el cáncer del cuello del útero.
En el estudio se indica que una mayor acumulación de microbios patogénicos desempeña una función en los resultados del tratamiento. Podría ser un posible indicador para predecir el pronóstico de una paciente y su respuesta a la terapia.
“Analizamos si las pacientes con resultados similares también tenían una composición microbiana parecida antes de comenzar el tratamiento, independientemente de la etapa, el grado o la histología del cáncer, así como otros factores. Además, determinamos que las pacientes con una mayor acumulación de microbios patogénicos presentaban resultados más desfavorables en comparación con las pacientes sin acumulación”.
Un tumor de alta incidencia entre las mujeres
El cáncer de ovario es uno de los tipos más comunes en las mujeres de todo el mundo. Por lo general se diagnostica en una etapa avanzada porque en sus inicios la enfermedad suele ser asintomática. Alrededor del 20 por ciento de los casos son consecuencia de mutaciones genéticas, incluidas aquellas en los genes BRCA1 y BRCA2. En tanto que el 80 por ciento no tiene una causa determinada.
Para el estudio, los investigadores analizaron muestras de 30 mujeres que se sometieron a una histerectomía para el cáncer de ovario y las compararon con las muestras de 34 mujeres que se sometieron a una histerectomía por una afección benigna. Se utilizó la secuenciación masiva para analizar las muestras, que se tomaron de la parte inferior y superior del aparato reproductor, el líquido peritoneal, la orina y el microbioma anal.
En las mujeres con cáncer de ovario, el equipo observó una colonización de bacterias patógenas, incluidas Dialister, Corynebacterium, Prevotella y Peptoniphilus.
“Se sabe que estos microbios están asociados con otras enfermedades, entre ellas otros tipos de cáncer, pero se debe continuar con los estudios para saber si son un factor desencadenante del cáncer de ovario”, dice la autora del estudio, la Dra. Marina Walther-Antonio.
El trabajo es una ampliación de estudios publicados anteriormente llevados a cabo por la Dra. Walther-Antonio y su equipo. Vinculan el microbioma con el cáncer de endometrio. En un estudio, el equipo determinó que un microbio llamado Porphyromonas Somerae tiene una función patogénica en el cáncer de endometrio mediante la actividad intracelular.
La Dra. Walther-Antonio afirma que, al identificar las características distintivas del microbioma para predecir el desarrollo de neoplasias malignas, se podría intervenir antes de que el cáncer tenga la oportunidad de materializarse.
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