- De acuerdo con la OMS, desde 1975 la obesidad se ha triplicado en todo el planeta.
- Una dieta adecuada es la base para prevenir una gran cantidad de enfermedades y padecimientos.
- Una encuesta reveló que el 46% de la población no prefiere la comida saludable porque considera que es más costosa.
La alimentación es una parte indispensable en la vida de cualquier persona. No solo ofrece la energía suficiente para cumplir con las actividades cotidianas sino que también es la base para prevenir una gran cantidad de enfermedades. Por lo mismo, algo en apariencia insignificante como una comida saludable puede marcar la diferencia y brindar protección.
Consejos que se deben seguir para disminuir el riesgo de problemas de salud
Ahora bien, de ninguna manera se debe confundir y pensar que es lo que se debe hacer. De manera adicional también se deben seguir otras indicaciones como hacer ejercicio aeróbico diario. No es necesario hacer rutinas demasiado complejas sino algo sencillo pero siempre ser constante.
Además también es importante acudir a revisiones médicas periódicas para identificar posibles enfermedades desde sus primeras etapas. El error más común que cometen las personas es pensar que solo se debe ir con un doctor cuando se sienten enfermas. La realidad es que cualquier día es ideal para ir a un centro de salud.
De regreso al tema de la comida saludable, aunque siempre se hace énfasis en su importancia, a la fecha hay personas que se niegan a cambiar sus hábitos alimenticios. A partir de un análisis de Statista Consumer Insights se identificaron los motivos más frecuentes de este fenómeno.
Con base en una encuesta realizada a más de mil personas en Estados Unidos se verificó que el 46% afirmó que la comida saludable es más cara. Por tal motivo, la mayoría prefiere la llamada fast food.
Por su parte, en segunda posición se encuentra un argumento bastante similar. El 23% argumenta que no tiene el tiempo suficiente para preparar platillos saludables. Por lo mismo prefiere otro tipo de opciones que son más rápidas o comprar comida ya hecha aunque no sea exactamente la mejor opción.
Mientras que el 20% dijo que no consume comida saludable por falta de conocimiento. Con esto, a pesar de tener el tiempo suficiente y la disposición, no sabe cómo se deben preparar los platillos ni los productos adecuados que debe ingerir.
¿Cómo debe ser una alimentación adecuada según la OMS?
Ante el grave problema que representa la obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) redactó una lista con los elementos y porciones que debe contener una correcta dieta y se trata de los siguientes.
- Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
- Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
- Menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total. Los azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes y los zumos y concentrados de frutas.
- Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente (presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables), y grasas trans de rumiantes (presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes tales como vacas, ovejas, cabras y camellos). Se sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1%. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.
- Menos de 5 gramos (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.
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