- La radiología intervencionista ha emergido como un pilar en el tratamiento del cáncer, siendo el carcinoma hepatocelular uno de los más comunes a tratar de esta forma.
- El cáncer de hígado es el tercer tipo de cáncer más mortal en México.
- Los beneficios incluyen una recuperación más rápida y reducción de costos para pacientes y hospitales en casos con enfermedad temprana y bien seleccionados.
En el marco del mes de la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer que se lleva a cabo en febrero, diversos expertos se reunieron para hablar sobre el tema. Uno de los puntos en los que coincidieron es que la radiología intervencionista, que es un grupo de tratamientos y procedimientos mínimamente invasivos, ha emergido como un pilar en el tratamiento contra el cáncer de hígado, que es el tercer tipo de cáncer más mortal en México.
Beneficios de la radiología intervencionista
Este tipo de procedimientos, que hoy puede tratar a pacientes con carcinoma hepatocelular, es llevada a cabo por radiólogos intervencionistas y les permite realizar los procedimientos de una manera menos invasiva y más rápida y pueden realizarse en forma ambulatoria, liberando camas, optimizando los recursos en los hospitales del país.
Otros de sus beneficios incluyen el reducir los reingresos por complicaciones, un tiempo de recuperación más rápido, así como la mejora en el pronóstico y calidad de vida de los pacientes. Los pacientes con enfermedad temprana pueden obtener tasas de curación similares a la cirugía con una menor morbilidad.
En los pacientes en un estadio intermedio de la enfermedad, los procedimientos endovasculares permiten incrementar la sobrevida al comparar con el tratamiento de soporte.
Alternativa para el tratamiento de tumores
El Dr. Jesús Alejandro Gabutti, Radiólogo Intervencionista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó que con este tipo de intervenciones los médicos pueden alcanzar y tratar tumores de maneras que no son posibles con muchas otras opciones de tratamiento. Sin embargo, comentó que es necesario llevar a cabo una evaluación del tumor, para poder definir si el paciente es candidato para recibir este tipo de tratamiento.
Para aquellos pacientes que sí son candidatos a este tipo de tratamientos, el procedimiento implica ingresar por las arterias para llegar hasta la zona en donde se encuentre el tumor. Uno de los tipos de cáncer que puede tratarse es el carcinoma hepatocelular, que es el tipo más común de cáncer de hígado en México.
El diagnóstico tardío es muy común, por lo que los especialistas recalcan la importancia de la prevención ya que una detección a tiempo en pacientes de alto riesgo, mejora la esperanza de vida.
“El cáncer de hígado es silencioso, los pacientes pasan por alto los factores de riesgo y síntomas ya que no los identifican a tiempo y cuando se atienden, ya es muy tarde”.
Actualmente, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, se llevan a cabo alrededor de 100 procedimientos terapéuticos a pacientes con cáncer hepático, con una tendencia de incremento del 30% anual.
La radiología intervencionista también puede utilizarse en combinación con otros tratamientos para aumentar su eficacia. Las técnicas empleadas pueden ayudar a reducir el tamaño de tumores y también es ideal para aquellas personas que no son candidatas a una cirugía compleja. Hoy en día el contar con más formas de atención para pacientes demuestra un avance para hacer frente al continuo aumento del cáncer en la población mundial.
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