- El Día Internacional contra la Epilepsia se conmemora el segundo lunes de febrero.
- Se estima que en México existen cuatro millones de personas con este trastorno neurológico.
- La variedad de tratamientos contra la epilepsia cada vez es más amplia y con una correcta adherencia es posible controlar las convulsiones.
Existen diversas enfermedades que han sido estigmatizadas con el pasar de los años. Por lo mismo, los pacientes no solo son ignorados sino que también son objeto de burlas de parte del resto de la población. Tal es el caso de la epilepsia aunque lo más importante es que gracias a los avances más recientes se han desarrollado distintos tratamientos para ofrecer alternativas a las personas afectadas.
Panorama actual en México
En ese sentido, la Secretaría de Salud (SSa) señala que hay poco más de cuatro millones de personas que padecen esta enfermedad neurológica en nuestro país. Cada uno de los pacientes desarrolla una disminución considerable en su calidad de vida y por lo tanto es fundamental identificar lo más pronto posible el trastorno.
La epilepsia es un trastorno neurológico en el que la actividad del cerebro es anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamiento inusuales, sensaciones y, en algunos casos, pérdida de la consciencia. Nadie se encuentra exento porque cualquier persona puede padecer este problema, el cual afecta a hombres y mujeres de todas las razas, orígenes étnicos y edades por igual.
Al respecto, el Dr. Jamie Van Gompel, quien es neurocirujano de Mayo Clinic, afirma que gracias a los avances tecnológicos se ha ampliado la variedad de tratamientos contra la epilepsia.
“La variedad de tratamientos posibles es mucho más amplia ahora. Realmente hemos mejorado los resultados para los pacientes. Creo que es importante analizar las opciones de tratamiento porque pueden tener repercusiones trascendentes y significativas en la vida de las personas”.
Algunas personas necesitan tratamiento de por vida para controlar las convulsiones, pero otras dejan de padecerlas con el tiempo. Algunos niños con epilepsia superan la afección cuando crecen.
Los medicamentos contra la epilepsia han mejorado y siguen siendo la forma más común de tratarla: el tratamiento con medicamentos o, en algunos casos, con cirugía puede controlar las convulsiones en la mayoría de los pacientes.
La cirugía abierta para extraer la parte del cerebro que provoca las convulsiones es aún una opción de tratamiento importante para la epilepsia que no se controla con medicamentos. Aunque en los últimos años se han desarrollado nuevas opciones de tratamiento para la epilepsia, incluidas opciones de invasión mínima.
Tratamientos más recientes contra la epilepsia
- Estimulación cerebral profunda. En este caso, se usa un dispositivo que se coloca en una zona muy profunda en el cerebro de manera permanente. El dispositivo libera señales eléctricas programadas regularmente que alteran la actividad que provoca la convulsión. Este procedimiento se realiza a través de imágenes por resonancia magnética. El generador que envía el impulso eléctrico se implanta en el pecho.
- Neuroestimulación receptiva. Estos dispositivos implantables y parecidos a un marcapasos pueden ayudar a reducir en gran medida la frecuencia de las convulsiones. Estos dispositivos de estimulación receptiva analizan los patrones de actividad del cerebro para detectar las convulsiones en el momento en que comienzan y para enviar una descarga eléctrica o un medicamento que las detenga antes de que provoquen una discapacidad. Las investigaciones demuestran que esta terapia tiene muy pocos efectos secundarios y que puede ofrecer un alivio a largo plazo en cuanto a las convulsiones. Este dispositivo se coloca en la cabeza.
- Terapia térmica intersticial inducida por láser (LITT). Esta terapia es menos invasiva que la cirugía de extirpación. En este caso, se usa un láser para marcar de manera precisa y destruir una pequeña porción de tejido en el cerebro. El láser se guía con imágenes por resonancia magnética.
- Cirugía de invasión mínima. Las nuevas técnicas quirúrgicas de invasión mínima, como la ecografía focalizada guiada por imágenes por resonancia magnética, son prometedoras para tratar las convulsiones con menos riesgos que la cirugía con cerebro abierto tradicional.
El Dr. Van Gompel alienta a las personas con epilepsia a que hablen con su proveedor principal de atención médica o con un neurólogo sobre su tratamiento actual y que no duden en buscar una segunda opinión en un centro de epilepsia, especialmente si están padeciendo efectos secundarios relacionados con los medicamentos o si continúan teniendo convulsiones.
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