- Es la forma más común de demencia y afecta principalmente a mayores de 65 años.
- El aumento en la esperanza de vida puede provocar que cada 20 años se duplique la cifra de pacientes.
- Hasta ahora no hay una cura ni una forma de prevenir la enfermedad pero lo que sí se puede hacer es retrasar su aparición.
Es una realidad que cada vez hay más adultos mayores en el mundo como resultado de los avances en Medicina. El desarrollo de medicamentos y vacunas ha sido de utilidad para enfrentar una gran cantidad de enfermedades. Aunque a la fecha hay una para la que no hay cura y es el Alzheimer. De hecho cada vez hay más personas afectadas porque el grupo más vulnerable es el conformado por adultos mayores.
Tan solo en el caso de México representa entre el 60 y 70% de los diagnósticos de demencia, es decir, un estimado de un millón 300 mil personas. Mientras que se caracteriza por ser una enfermedad que afecta principalmente a personas mayores de 65 años.
A mayor edad hay más riesgo
Según el Reporte “Alzheimer’s Disease Facts and Figures 2022”, en 2022 se reportó una prevalencia del 5% en personas de 65 a 74 años. Mientras que es del 13.1%, en aquellas de 75 a 84 y del 33.2% en mayores de 85 años. Esto quiere decir que a mayor edad se incrementa el riesgo de este padecimiento.
Debido a esta particularidad y al incremento generalizado en la esperanza de vida, se estima que los casos se dupliquen cada 20 años, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Con este contexto, el Dr. Sergio Ramirez-Salazar, Fellow en Neurología Conductual y Neuropsiquiatría en Brigham and Women’s Hospital, respondió algunas de las preguntas más comunes acerca de la enfermedad.
¿Cómo se detecta el Alzheimer y cuáles son los primeros síntomas?
Se puede identificar por diferentes síntomas. El más común es la pérdida de memoria a corto plazo. Las personas comienzan a olvidar lo que acaban de hacer, repiten conversaciones o preguntan las cosas varias veces.
La memoria a largo plazo, en estos casos, es más estable, normalmente la gente recuerda su niñez o eventos importantes del pasado.
Otros síntomas pueden ser trastornos del lenguaje, dificultad para recordar algunas palabras; otros relacionados con la visión, como identificar o reconocer ciertos objetos. También cambios en la personalidad o en la función cognitiva e, incluso, dificultad para la organización y planeación.
También existe la posibilidad de detectarla en estadios preclínicos, es decir, antes de presentar síntomas. Esto ha sucedido con participantes de estudios de investigación clínica, donde se ha detectado la acumulación de proteínas características de Alzheimer en el cerebro, como la amiloide y tau.
En etapas tempranas, normalmente se relacionan con la memoria o la pérdida de atención y concentración, es decir, siempre es a través de síntomas.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
La edad es el principal factor de riesgo; sin embargo, en términos médicos, clasificamos a los demás factores en dos tipos. Los modificables y los no modificables, es decir, aquellos en los que podemos ejercer una acción y aquellos que son de orden genético o hereditario.
No modificables
En este tipo entra el factor genético, en específico, el gen APOE4. Según investigaciones, se ha detectado que si se cuenta con una copia de este gen, el riesgo de desarrollar Alzheimer aumenta 3 o 4 veces. Mientras que contar con dos copias aumenta el riesgo 10 veces.
A pesar de estas cifras, es importante aclarar que se trata de una probabilidad. La presencia de este gen no implica que forzosamente se desarrollará la enfermedad por esta razón, en un futuro.
También existe el factor de historia familiar, que incrementa el riesgo de desarrollar el padecimiento; sin embargo, este es más común en casos donde se desarrolla antes de los 65 años.
Modificables
La mayoría de estos factores también están relacionados con otras enfermedades como escasa actividad física, obesidad, presión alta, colesterol alto, falta de sueño, consumo de alcohol o tabaco.
También los golpes son un factor, el tener un trauma craneano puede aumentar el riesgo para los distintos tipos de demencia.
Incluso el tema de educación es importante. Estudios han demostrado que quienes tienen menor nivel educativo están más predispuestos debido a una menor reserva cognitiva.
De igual forma, si no se tiene interacción social o se tiene una mala dieta. Los alimentos procesados son los que más afectan porque promueven el desarrollo de otras enfermedades.
Si mi madre o padre sufrió de Alzheimer, ¿yo también podría padecer esta enfermedad?
El factor genético y familiar puede incrementar el riesgo; sin embargo, esto no garantiza que el hijo también la desarrolle.
Incluso si el hijo desarrolla la demencia podría deberse a otros factores como los “modificables”, donde el estilo de vida, alimentación o educación, son los factores que promovieron la enfermedad, no necesariamente el factor genético.
Aun si una persona cuenta con antecedentes familiares, no se recomienda hacer un estudio genético previo para monitorear el riesgo si no se presentan síntomas.
¿Cómo prevenir la enfermedad del Alzheimer y reducir los factores de riesgo?
La forma de reducir factores de riesgo es justamente tomando acción sobre los factores “modificables” y que en su mayoría impactan en el estilo de vida de las personas.
Un estilo de vida saludable debe tenerse toda la vida, pero recomendamos que si no se tiene, a partir de los 40 años se pueden modificar diferentes aspectos como hacer ejercicio y una alimentación baja en comida procesada. La dieta mediterránea y la dieta MIND han sido estudiadas y han demostrado que disminuyen factores de riesgo por su contenido alto en fibra; así como por la cantidad de frutas y verduras. Una dieta basada en plantas es ideal.
También la educación es un factor importante, no se debe dejar de aprender, ya que esto ayuda a fortalecer los procesos cognitivos; al igual que mantenerse socialmente activo.
Y por supuesto, dormir bien es fundamental. Si se tienen problemas de apnea o falta de sueño, es importante tratarlos para evitar problemas a largo plazo.
¿Se puede detener el proceso degenerativo o por lo menos hacerlo más lento?
Las investigaciones continúan todos los días; sin embargo, aún no es posible detener el proceso degenerativo ni hacer más lento el desarrollo de la enfermedad en estadios avanzados. Pero sí es posible mejorar la calidad de vida.
Antes de tener Alzheimer, se puede diagnosticar Trastorno Cognitivo Leve, que es la etapa anterior a la demencia. Esta es la etapa donde los resultados son más favorables y se puede reducir la progresión. Las acciones van más enfocadas en seguir un estilo de vida saludable que mejore la calidad de vida de la persona.
En estadios avanzados es cuando se deben utilizar tratamientos farmacológicos; sin embargo, estos están enfocados más en contrarrestar el desarrollo de las proteínas tau y amiloide alfa y beta. No obstante, aún se continúa trabajando para que estos medicamentos tengan un impacto en contrarrestar el desarrollo de síntomas. Esta es la prioridad para los investigadores de todo el mundo.
En conclusión, aún no hay un tratamiento al día de hoy que dé marcha atrás ni cure la enfermedad, pero se sigue avanzando en las investigaciones.
También lee:
Gráfica del día: ¿Cuántos casos de demencia habrá en el mundo en el 2050?
Pérdida auditiva multiplica el riesgo para desarrollar demencia
Día Mundial del Parkinson: Panorama de la demencia en México