Las advertencias colocadas en los empaques de cigarrillos desde hace algunos años tienen como finalidad reducir el consumo de tabaco; sin embargo, en Australia las adolescentes embarazadas las están siguiendo como “consejos” para tener un embarazo más llevadero.
De acuerdo con un reportaje realizado por The New Zealand Herald, en la última década el consumo de tabaco entre las adolescentes embarazadas se ha disparado en Australia debido a las advertencias colocadas en los empaques de cigarrillos, específicamente una en la cual se señala que el fumar durante el embarazo puede tener repercusiones significativas en el tamaño del producto.
De tal modo, las adolescentes, temerosas de que sus cuerpos no puedan soportar dar a luz un bebé normal, comienzan a fumar con la esperanza de que sus bebés tengan una menor talla y por ende sean más “accesibles” para su cuerpo. Así, quienes ya fumaban han incrementado su consumo diario de cigarrillos, mientras que quienes no lo hacían han adoptado el hábito de forma repentina.
“Ellas (las adolescentes) han leído en los empaques de cigarrillos que fumar puede reducir la talla de su bebé, que obviamente no es el mensaje de salud que se pretende dar con estas advertencias”, señaló Simone Dennis, profesor asociado de la Universidad Nacional de Australia, quien además añade que, “se encuentran asustadas porque son pequeñas. Lo peor que les podría pasar es tener un bebé enorme. Algunas son demasiado jóvenes, entre 16 y 17 años, por lo que están utilizando cigarros como “medicina” en contra de sus bebés”.
Desafortunadamente una baja talla del producto no es el único problema derivado de fumar durante el embarazo. Otros problemas asociados con esta adicción son: muerte prematura del producto, problemas de aprendizaje y comportamiento, tendencia a la obesidad, así como síntomas muestras de estrés al nacer y síntomas del síndrome de abstinencia.