La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un estudio en México por el que ha determinado que el 58% de las personas mayores de 50 años padece hipertensión (que es la presión peligrosamente alta en al sangre). Sin embargo, al menos el 12% de esas personas controla dicha condición de forma efectiva. Esto representa un problema mayor en la salud pública que exige tomar medidas urgentes para evitar millones de muertes prevenibles.
Durante la última década, en América Latina se logró un proceso significativo en la prestación de pensiones para adultos mayores. La medida ha recibido un merecido elogio como un logro importante y un paso vital hacia el desarrollo de sociedades más equitativas e inclusivas. Como sucede con otras transferencias de fondos, a veces se ha afirmado que otorgar subsidios mensuales confiables a los adultos mayores no mejora solo sus circunstancias económicas inmediatas sino que también conlleva un conjunto más amplio de efectos positivos, entre los que se incluyen un estado de salud potencialmente mejorado.
Los adultos mayores suelen tener necesidades de salud más costosas que otros grupos
La lógica de este argumento es el acceso a servicios de salud cuesta dinero y los adultos mayores suelen tener necesidades de salud más costosas que las de otros grupos. Al igual que sucede con el seguro médico, si se pueden reducir las barreras financieras de los servicios de salud, los adultos mayores los utilizarán en mayor medida y, por lo tanto, gozarán de mejor salud.
Aunque este argumento también presenta un problema y es que la evidencia no lo sostiene. Por ejemplo, puede observarse que en Sudáfrica, donde se presta una pensión virtualmente universal que brinda beneficios superiores a 100 millones de dólares mensuales. El mismo estudio de la OMS que ha recopilado datos en México, también reveló que en Sudáfrica, los adultos mayores tienen el índice más alto de hipertensión registrado en cualquier país del mundo en cualquier punto de la historia humana.
La mayoría de quienes padecen hipertensión no saben que tienen esta condición
Pero, ¿por qué la hipertensión afecta tanto a los sudafricanos si estos reciben pensiones considerables, los servicios gubernamentales de salud están a su disposición en forma gratuita y muchos medicamentos genéricos para la hipertensión cuestan menos de un dólar por mes? Son varias las razones, entre las que se pueden enumerar las siguientes:
- La mayoría de los sudafricanos de mayor edad que padecen hipertensión (77%) no saben que tienen esa condición.
- Incluso entre los que reportaron que recibían un tratamiento solamente una minoría el 23%) había controlado exitosamente su condición.
- El hecho de cobrar una pensión aumentaba el conocimiento de la hipertensión por parte de dichas personas, así como la cantidad de visitas que realizaban a proveedores de servicios para pacientes ambulatorios.