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El origen real de la parálisis facial se desconoce, pero puede estar relacionado con una enfermedad viral.
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Según información del sitio de enfermedades raras de Estados Unidos cada año se detectan alrededor de 40 mil casos de parálisis de Bell.
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Se estima que de cada 100 mil personas 25 a 35 personas sufren la parálisis de Bell.
De acuerdo con el estudio del profesor del Murdoch Children’s Hospital, Franz Babl, la mayoría de los jóvenes con un síndrome que debilita o paraliza temporalmente los músculos de la cara se recuperan sin medicamentos dentro de los seis meses. Los resultados del estudio arrojaron que la prednisolona no afectó la recuperación de los niños con parálisis de Bell.
¿Qué es la parálisis de Bell?
Según información de Mayo Clinic, la parálisis de Bell es una afección que provoca debilidad repentina en los músculos en un lado de la cara. En la mayoría de los casos, la debilidad es temporal y mejora significativamente con el transcurso de las semanas. La debilidad hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se ve de un solo lado y el ojo del lado afectado no puede cerrarse.
La parálisis de Bell también se denomina parálisis facial periférica aguda de causa desconocida. Puede ocurrir a cualquier edad, además no se conoce con exactitud la causa. Los expertos creen que está causada por la hinchazón e inflamación del nervio que controla los músculos de un lado de la cara.
Durante el estudio participaron 187 personas desde los 6 meses de edad hasta los 17 años, quienes después de 72 horas de presentar sintomatología de parálisis de Bell se les administró prednisolona o placeboa los niños.
Según el estudio, la función facial se restauró en el 57% de las personas que no tomaron ningún medicamento después de un mes, 85% después de tres meses y el 93% después de seis meses. En los que recibieron prednisolona, las tasas de recuperación fueron del 49% después de un mes, del 90% después de tres meses y del 95% después de seis meses.
De acuerdo con información del estudio, las reacciones adversas más frecuentes fueron cambios breves en el comportamiento y aumento del apetito. No se observaron efectos secundarios significativos durante el experimento.
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